viernes, 19 de diciembre de 2008

Fray Don Juan


-¡Melchor!, ¿qué me toca hoy?
–Entierro, señor.
Qué precisa, hermosa manera del maestro Garcés para describirse indirectamente como el incansable tigre; el irredento; el inagotable; el ejemplo y gurú de todo aspirante a latin lover que trate de hacerse respetar… lástima que en esta cinta no termina con ninguna (doble lástima, porque en el grupo se encuentra Lorenita Velázquez, delirio de mis delirios, ¡ay!).
Corría el año de 1969 y dos películas -Modisto de señoras y Departamento de soltero- daban cuenta de la voracidad amatoria y enorme sentido del humor del Zorro plateado cuando a René Cardona se le ocurrió ponerlo frente a un espejo en negativo, ¿qué sucedería si el lado anverso de la moneda de nuestro máximo seductor de repente se manifestara para echar a perder la diversión? Pues eso es la premisa de Fray Don Juan, donde Juan I es un destrampado seductor que se bebe unos cocteles preparados en copas de unos 2 litros de capacidad y organiza orgías de mucho ambiente en su casa, en tanto Juan II es un cura agobiado porque a mitad de la misa (que de acuerdo a la historia se celebra en Roma, aunque sospechosamente la audiencia está formada por puros paisanos) le da por hacer strip tease en el púlpito. Hasta ahí la cosa bien y divertida, el problema es que a Juan I le da por ponerse bíblico cuando ya todos los convidados a la fiesta están en paños menores y les corre a punta de versículos bíblicos.
Con enorme carga moralista el director le marca el alto al personaje de Garcés, al extremo de que hacia el final del filme el seductor se arrepiente muy fácilmente y se enlista en la legión extranjera para dedicarse a la más cristiana tarea de hacer la guerra y no el amor. No por ello, cabe destacarlo, decae el humor en esta gran comedia en la que Luis Manuel Pelayo interpreta al sirviente de don Mauricio y lo hace con un talento y una química genial que por fortuna habría de repetirse en al menos un par ocasiones más, con lo que nos brindaron la oportunidad de ver uno de esos extraños casos en que el patiño se encuentra a la altura del protagonista.
Con este muy breve comentario me despido por este año, agradecido por la respuesta que han dado a este blog que de ser un espacio prácticamente para los cuates ya ha subido el nivel de lectura, vamos, sigue siendo muy discreto, pero gracias a ustedes ya me conocen más allá de mi casa, jejeje.
Espero poder contar con su amable lectura y comentarios el año entrante, por acá nos leemos recién empiece el 2009
En tanto, los dejo con unos extractos de la grandiosa cinta que nos ocupa.
(Y por cierto, se consigue con facilidad en cualquier mediana tienda de video, bajo la colección México en pantalla.)








Fray don Juan. México, 1969
Dir. René Cardona Jr.
Guión: René Cardona Jr.
Música: Gustavo César carrión
Fotografía: Alex Philips Jr.
Edición: Alfredo Rosas Priego
Con: Mauricio Garcés; Luis Manuel Pelayo; Lorena Velázquez; Gina Romand

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Vidita Negra

Una característica poco comentada a pesar de que es punto común en las aventuras del gran Zorro Plateado, es que por muy Casanova que fuera, su comportamiento jamás pasaba a ser inmoral y al final de sus cintas todo se resolvía dejando la vida de seductor para quedarse con el verdadero amor de su vida, aún en las que más mujeres hace pedazos, como Modisto de señoras, Click, fotógrafo de modelos y Fray Don Juan. En Vidita negra, encima de monógamo es una especie de asceta al que el amor le cae a domicilio, literalmente.
Basada en la obra de teatro de François Campaux (quien la aprovechó al máximo, antes de ser película ya había sido puesta en escena con el propio Garcés en el rol estelar y después la llevo a convertirse en versiones cinematográficas en Grecia (Agapi mou Oua-Oua, Giannis Dalianidis, 1974) e Italia (Tesoro mio, Giulio Paradisi, 1979), cuenta la historia de Enrique Naró, novelista que tras un inicio arrollador, se encuentra en una etapa de profundo estancamiento creativo, fuertes deudas económicas y la presión de una esposa tan histérica como banal (Kikis Herrera Calles). Las cosas empiezan a cambiar con llegada de la nueva sirvienta, una hermosa joven de color proveniente de las Islas Balicú llamada Vidita Auauu (interpretada por la bellísima Robertha), cuyo arribo da el pretexto a la mujer de Naró para abandonarlo e irse con su mejor amigo y editor. Dadas las circunstancias, el autor cae en la depresión, pero la presencia radiante de Vidita lo llevará a levantarse, escribir una nueva obra maestra y cambiar su perspectiva del mundo.
La película, pese a la aparente forma descuidada de dirigir de Rogelio A. González consigue atrapar por la interpretación del Maestro Garcés, correcto como en todo momento, así como por la presencia embelesante de Robertha, una cantante peruana que en su tiempo ganó el concurso de “La morena más bella del Perú” y que tenía la virtud de imprimir una fuerte intensidad a sus interpretaciones, aunque en muchos de los casos la letra de las canciones fuese bastante cursi. Pues si, ella es responsable del encanto y de que no pueda ver objetivamente la película, pues siempre termino un poco enamorado de sus mejillas de conejito. Ayuda también, cabe decirlo, el abuso endulcorante de la música de fondo de Arturo Castro y las actuaciones secundarias de Raúl Chato Padilla como un abogado permanentemente ebrio y Héctor Herrera como un delirante empleado de casino que hace un lento strip tease mientras informa a Naró que ha recibido una herencia.
González no se interesó porque en la adaptación del libreto se modificara al lenguaje del cine y la mayor parte de las escenas son plano secuencias en espacios cerrados o emplazamientos muy elementales, lo cual no implica una exploración, sino todo lo contrario. Pese a todo, Vidita negra es seguramente una de sus mejores películas y una cumbre de Don Mauricio Garcés, para ver sin prejuicios y disfrutar y disfrutar con esta comedia tan ligera como hermosa.
La película no está disponible para descargar, pero es fácil de encontrar pues fue editada por Horizonte Films y se puede adquirir en los sitios de costumbre (Librería Ghandhi, Mixup) como en la red a través de Amazon.


Los dejo con dos escenas de la película, una con el maestro soportando a su mujer y otra conociéndose con Vidita.

Más aplausos para el Maestro, por favor.








Vidita Negra
México, 1971
Dir. Rogelio A. González
Guión: Mario Zacarías, sobre la obra Cherie Noire, de François Campaux
Fotografía: Mario Marzac
Producción: Miguel Zacarías
Música: Arturo Castro
Edición: Gloria Schoemann

martes, 18 de noviembre de 2008

No tiene la culpa el indio


Conforme se acercaban los años 80, el cine mexicano confirmaba su decadencia con una producción que además de escasa era por demás mediocre, de manera tal que a la comedia incluso tendría que habérsele levantado acta de defunción. El maestro Mauricio Garcés, como contaba en el post pasado, se había alejado desde inicios de los años 70 (en el 71 filmó seis películas, entre las que destacan las magníficas Vidita negra y Las tres perfectas casadas) de la pantalla grande al no encontrar un guión en que la vulgaridad no estuviera por encima del fino humor con que acostumbraba trabajar, hasta que en el 78 se decide a regresar al celuloide seducido por un guión que a la postre no explotaba en primer plano su rol de galán: No tiene la culpa el indio.
En esta, el maestro Garcés interpreta a un embaucador profesional que convence a un indígena de Xochimilco (Chucho Salinas) que tiene visiones clarividentes cuando ve piernas de muchacha bien formadas al grito de ¡Ay mamaciiita! de conjuntar las predicciones de este con la habilidad manipuladora del otro. La sociedad que conforman ambos pronto rinde frutos, pero también los hace presa de intereses mayores, así que se ven en una serie de enredos de los que saldrán más por suerte que por mérito propio.
Miguel M. Delgado, recordado principalmente por haber dirigido algunas de las mejores (Un día con el diablo; ¡A volar, joven!; El Sietemachos) como algunas de las más infames (El patruller 777, El barrendero) películas de Cantinflas, tuvo la suerte de encontrarse con un guión de la actriz argentina Reneé Dumas escrito con tanta inteligencia como humor, el cast obviamente no empataba con la línea del moralista Cantinflas, así que logró convencer a Don Mauricio para regresar con este interesante papel que le exigía interpretar a un personaje distinto a aquel que le hiciera ganar fama en las décadas anteriores, lo cual como es natural, consiguió. De igual manera, Chucho Salinas logra hacer de su personaje un indio bastante ladino, pero fuera de los clichés que tanto el cine como la televisión habían generado para estos. Y para terminar de redondear, la chica Garcés (mmmh, bueno, aunque no hay romance) en turno fue la hermosa Yolanda Liévana.
Destaca, por supuesto, el duelo de comedia que sostienen Salinas y Garcés, bastante equilibrado, sostenido con un pulso que no creo pueda ser tan atribuíble al director como a los propios actores, quienes sin una sola obscenidad gratuita, consiguen mantener al espectador al borde de la risa en todo momento.
La película es complicada de conseguir, de vez en cuando la programan en la televisión por cable, pero hasta donde sé no ha sido editada en video. En You Tube hay algunas escenas, de las cuales les presento tres a cual más de divertida.







Aplausos para el maestro

jueves, 6 de noviembre de 2008

Modisto de señoras


De entre los orgullos no reconocidos oficialmente de México, Mauricio Garcés es una figura preponderante, excepcional y única, toda vez que no generó (afortunadamente) escuela salvo por unos pocos y patéticos intentos de copia. Fue el verdadero playboy del tercer mundo.
Su carrera fílmica comenzó en 1951 con un discreto papel como doctor (rol que repetiría en varias ocasiones antes de figurar como seductor) en La muerte enamorada, de Ernesto Cortázar. Luego de esto continúa escalando poco a poco peldaños en melodramas y algunas cintas de cine fantástico, como El Barón del terror, La llorona y El mundo de los vampiros. Es hasta 1966 que Angélica Ortiz le otorga la confianza para protagonizar Don Juan 67, abriendo con ello la puerta para que el actor desarrollara su potencia como uno de los mejores comediantes del cine mexicano.
Dos años más tarde madura la imagen del Casanova mexicano con Modisto de señoras, donde interpreta a Maurice, un diseñador de moda que sufre una rara especie de sexismo, pues debe fingir que es gay para asegurar la confianza tanto de sus clientes como de la competencia, representada por la terna de Mao, Antoine y Perugino (Carlos Nieto, Hugo Goodman y Enrique Rocha, respectivamente), quienes arman un plan para demostrar que en realidad Maurice no es homosexual, lo cual, de ser comprobado, destruirá su carrera. Caso complicado, pues deberá salir airoso de la trampa sin dejar de seducir a las múltiples y muy bellas mujeres que caen en sus manos.
Hay un encanto especial en esta –como en el resto de sus comedias como galán- pues se siente un halo de franca cahondería en toda la cinta sin caer en un solo momento en la vulgaridad, cosa que el maestro siempre cuidó e incluso lo llevo a dejar de aceptar papeles, pues todo lo que le era presentado iba por el camino fácil en lugar de esa línea fina que junto a su ingenio verbal le distinguió siempre.
En un país donde la figura del galán se perdió tras el declive del cine ranchero y en este siempre se explotó la imagen del macho viril, parco y violento, Garcés se presentó como la renovación del hombre envuelto en un halo seductor cosmopolita no igualado en toda América Latina, prototipo de aquello que la ventolera de los años sesenta y setenta nos mostraba pero no alcanzó a ser realidad en esta parte del continente.
¡Mauricio Garcés vive, la seducción sigue y sigue!

Existe muy poca información sobre el maestro Garcés y sus películas en internet, las consabidas de imdb y Wikipedia, así como un espacio en Más de cien años de cine mexicano y el weblog Don Mauricio Garcés -que en verdad se esfuerza por homenajear y difundir al Zorro Plateado en la dimensión que se merece- son lo más destacado.
La película es fácil de conseguir, pues recientemente fue lanzada dentro de la colección ¡Vive México! y encima de ello, a un precio bastante económico.

Les dejo un trailer de Modisto de señoras y, por favor, no se repriman de pararse a aplaudir cuando terminen de verlo.
Modisto de señoras. México, 1968
Dirección: René Cardona, Jr.
Guión: Fernando Galiana y René Cardona, Jr.; adaptación: Fernando Galiana
Fotografía: José Ortiz Ramos
Vestuario: Rubén Maytorena
Música: Gustavo César Carrión; temas musicales: Ernesto Cortázar, Jr.
Edición: Alfredo Rosas Priego

martes, 28 de octubre de 2008

Maratón de horror

Como resultado de un proyecto que por el momento se ha visto aplazado, me pidieron que programara un maratón de cine de horror para estas fechas en que la banalización de la tradición céltica dio pie a que los norteamericanos instituyeran el halloween, extendido ahora a gran parte del mundo. Lo único bueno del asunto es que la celebración da pie a exaltar el cine de horror. Luego de voltearme la cabeza un rato y con la idea fija de que toda selección sería terriblemente exclusiva, me incliné por escoger cuatro obras de países cuya producción es representativa para la historia del género (y si, también así me faltaron varios), el resultado se presentará en el Cine Teatro Alameda de la Ciudad de San Luis Potosí, en México, el próximo 31 de octubre a partir de las 6 de la tarde.
Los no invitados
(4 Inyong shiktak) Dir. Lee Soo-youn
Corea del sur, 2003

Adquirí esta cinta no tan animado por el hecho de ver otra historia de fantasmas orientales, como para despejar la duda de por qué tras año y medio de lectura de guiones después de hacer My sassy girl, la hermosa Jun Ji-Hyun (aquí en los créditos como Gianna Jun) se había inclinado por esta propuesta. Y el resultado es obvio, una cinta lenta, pero muy consistente que nos mete la melancolía a la par que el miedo en las venas. Corea del sur, lo digo abiertamente, debe ser nombrada a la brevedad como la nueva Meca del cine.
Les dejo un fragmento que, como toda la película, no puede ser sino descrito como de escalofriante belleza:



Alucarda, la hija de las tinieblas
Dir. Juan López Moctezuma
México, 1975

¡Oh, Alucarda! Satanismo, blasfemia, desnudez, nunsploitation, delirio y el movimiento pánico llevado a terrenos donde Jodorowsky no se hubiera atrevido. Esta es defintivamente una de las joyas de la corona del horror en México, pese a que precisamente aquí la obra de López Moctezuma ha sido pobremente difundida, seguramente porque para la industria mexicana (o lo que quedaba de ella) su cine resultaba excesivo. En You tube encontré este trailer casero -muy bueno, vale decirlo- en el que incluso se les olvida doblar las voces durante un momento:




Las siete puertas del infierno
(E tu vivrai nel terrore / L'aldilà) Dir. Lucio Fulci
Italia, 1981

La mejor película de Lucio Fulci cuenta la historia de una desafortunada mujer que hereda un hotel... construido sobre una de las siete puertas del infierno. Con esta base, el maestro italiano se prodiga en escenas horrendas y de una violencia tal que ha sido motivo de censura en varios países, y eso sin contar su final surrealista y desolador.



El despertar del diablo
(Evil dead / book of the dead) Dir. Sam Raimi
USA, 1980

Desde mi punto de vista, LA obra suprema del gore. Sam Raimi demostró que una cinta de horror extrema podía presentar un planteamiento estético de altura; que el gore va unido a la comedia de una forma bizarra; que con un presupuesto ridículo se puede hacer algo creíble y visualmente impresionante y que una cinta de género puede generar culto aún entre los más puristas. Entre otras virtudes.



jueves, 16 de octubre de 2008

Los ladrones viejos

La noche del lunes 13 de octubre una noticia en apariencia menor, la detención de un ladrón a domicilio, llamó la atención de algunos televidentes a quienes sorprendió la historia de un personaje que había asaltado, entre muchos otros, a dos de los ex presidentes recordados con más repudio de México, otros pudimos reconocerlo facilmente, se trataba de El Carrizos, personaje central del documental Los ladrones viejos, de Everardo González, que hace poco se estrenó en video.

Lo detuvieron in fraganti y se le acusa de robo con violencia, algo que contrasta por completo conn el código de ética personal que comenta en la película, quien sabe si la acusación sea cierta, pero por haberle despojado un poco de lomucho que nos quitaron a varios políticos despreciables merece antes que juzgarlo, ser condecorado.

Everardo González, quien demostró gran capacidad para contarnos la cotidianeidad de personajes entrañables con sus andanzas en la pulquería La Pirata dentro de su ópera prima La canción del pulque, de 2003, repite el encanto con mejores resultados en este documental donde cinco ancianos narran con nostalgia los tiempos en que hasta dentro de los ladrones había clases: sus códigos de honor; el paso por las calles de la Ciudad de México; la convivencia con su gente; la omnipresente corrupción policiaca.

Como suele suceder, Los ladrones viejos no ha tenido una corrida comercial adecuada en el interior del país -en San Luis Potosí ni siquiera se ha anunciado- pese a los múltiples reconocimentos con que ha sido galardonada y la fuerte atracción que ejercen sus personajes hacia el espectador desde los primeros minutos, como sucede con la personalidad de Efraín Alcaráz, El Carrizos, misma que se ve reflejada de nuevo en el desparpajo mostrado ante las cámaras que le rodeaban como a una estrella del espectáculo en esta su reciente detención, como testimonia una nota aparecida en el diario La Jornada (redactada de una manera bastante sangrona, cabe decir), que en un párrafo dice:
Esta extensión del documental fuera del celuloide tuvo lugar el pasado martes, en la sala de prensa de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde un reportero de televisión reconoció al famoso ladrón y le preguntó por qué había caído tan bajo si llegó hacer el Rey de los Zorreros, a lo que respondió: “me deberías de pagar por la entrevista”. El reportero le preguntó cuánto cobraba, y El Carrizos dijo: “Si son preguntas tan pendejas como las que me estás haciendo, gratis”.

Nunca es lo mejor que una película llame la atención por causas exteriores a su propio valor artístico, sin embargo y dada la eterna sombra siniestra de distribuidoras y exhibidoras mexicanas, ojalá que el caso Carrizos sirva para que la gente se asome a esta obra cinematográfica. Los ladrones viejos se puede conseguir facilmente en DVD en tiendas de video. Les dejo aquí un texto publicado en Excelsior donde González habla del génesis de esta cinta y finalmente, el trailer de la misma y un extracto, la parte donde El Carrizos cuenta el asalto a la casa del genocida Luis Echeverría:











lunes, 29 de septiembre de 2008

El audaz


A finales de los años 80 mi padre, destacado jugador de billar que me estaba enseñando los secretos de este deporte, tuvo la feliz idea de que podía complementar sus clases con mi incipiente amor por el cine a través de una película memorable que desde entonces es mi favorita de entre las que hizo Paul Newman: El Audaz.

En 1958 la fama llegó para el joven egresado del Actor’s Studio Paul Newman, con películas que mostraban de lo que era capaz: Un largo y caluroso verano, de Martin Ritt; El zurdo, de Arthur Penn y sobre todo Una gata en el tejado caliente, de Richard Brooks. El cine acababa de descubrir un talento que ahora sabemos es irrepetible.
Ya para 1961 era muy solicitado en Hollywood, de manera que en primera instancia declinó interpretar al jugador de pool Fast Eddie Felsen en el proyecto de El audaz (The Hustler), que sería dirigido por Robert Rossen, pues estaba a punto de iniciar el rodaje de otra cinta al lado de Elizabeth Taylor; sin embargo la diva tuvo que posponer éste para la filmación de Cleopatra y Newman pudo tomar el rol ya que afortunadamente Jack Lemmon no lo había aceptado. Así, el histrión pudo entregarnos una de las actuaciones más memorables de la historia.
Eddie el rápido no es héroe de manera alguna, su modus vivendi radica en ir haciendo apuestas en salones de billar de ciudad en ciudad con su socio y figura paterna, a quien sin embargo no le importa abandonar sin despedirse tras ser derrotado por un legendario jugador llamado Minnesota Fats. En el momento en que sin darse cuenta se abre de corazón ante su amante Sarah la única respuesta que se le ocurre cuando ella le dice “Te amo” es “¿Tengo que decir las palabras?” e incluso hacia el final, cuando la tragedia ha terminado de posarse en su descuadrada vida la vacuidad parece ser su propia elección de vida.
La película en sí es un logro de Rossen, pero destaca por la magnificencia de las actuaciones, en efecto es una de las mejores actuaciones de Newman, pero también lo es de George C. Scott como el vividor Bert Gordon; de Piper Laurie como la frágil y solitaria Sarah Packard; de Jackie Gleason como el imponente Minnesota Fats y de Myron McCormick como el decadente socio de Eddie, Charlie Burns. Sobre el soporte de estos talentos Newman entrega lo mejor de sí utilizando sus mejores recursos, una personalidad magnética que podía robarse la escena con un sólo movimiento y una pasmosa facilidad interpretativa.
Lee Strasberg dijo del actor que hubiese podido ser tan bueno como Marlon Brando si no fuera tan bien parecido, ya que en varias de sus películas dejaba descansar su talento innato supliéndolo con sus atributos físicos. En El audaz por fortuna no sucede así y por ello ha trascendido como un clásico frecuentemente citada en las listas de las mejores cintas de deportes, las mejores del cine norteamericano y naturalmente en las de mejores interpretaciones. Con esta fue nominado por segunda vez al Oscar como mejor actor, reconocimiento que le fue negado en muchas ocasiones y que finalmente obtuvo por partida doble en años consecutivos, en 1986 con ese premio de consolación con que la Academia estadounidense busca tapar sus omisiones llamado Oscar honorario y en 1987 por mérito propio -y curiosamente interpretando de nuevo a Fast Eddie Felsen- en El color del dinero, una de las películas más flojas de Martin Scorsese.
Paul Newman será recordado como una de las grandes leyendas, justo reconocimiento para un hombre que nos entregó varios de los momentos inmortales de la historia del cine.

La película se consigue fácilmente, pues hace poco fue editada en la colección Studio Classics de la Twentieth Century Fox y en eMule se encuentra bajo su título original sin subtítulos o doblada al español con el nombre que se le dio en España, El buscavidas.

Les dejo una escena del primer encuentro entre Eddie y Minnesota Fats.



El Audaz. (The Hustler) USA, 1961
Dir. Robert Rossen
Guión: Robert Rossen & Sidney Carroll, sobre la novella de Walter Trevis
Fotografía: Eugen Shufftän
Edición: Dede Allen
Música: Kenyon Hopkins
Con: Paul Newman, Jackie Gleason, George C. Scott, Piper Laurie, Myron McCormick, Murray Hamilton, Vincent Gardenia, Michael Constantine

martes, 16 de septiembre de 2008

Gabardinas, detectives y mujeres en apuros

Siguiendo con la serie de ciclos de cine clásico, el Cine Teatro Alameda de San Luis Potosí presenta del 22 al 28 de septiembre el dedicado al Noir, género creado en los Estados Unidos que aborda por lo general un hecho delictivo, un detective antihéroe y una hermosa mujer en apuros que o es una blanca paloma o una pantera feroz. Se trata de un cine muy estilizado, donde el uso de las luces se convierte en parte del propio lenguaje de la cinta y el nivel de involucramiento del público con los personajes se eleva hasta sentirnos parte activa en la trama. estas son las películas que se proyectarán:

El halcón maltés (The maltese falcon) John Houston, 1941
El material del que están hechos los sueños. Basada en la novela del mismo nombre publicada por Dashiell Hammet, esta adaptación a pesar de ser ya la tercera que se realizaba para la pantalla grande, es calificada como la iniciadora del cine negro. Humprey Bogart está insuperable en su papel de Sam Spade, taciturno y cínico detective que se ve enredado por la aparentemente inocente señora O'Shaugnessy -interpretado magistralmente por Mary Astor- en una persecución a nivel internacional de la legendaria estatuilla de El halcón maltés. Entre los villanos destaca la siempre grata presencia de Peter Lorre.


El tercer hombre (The third man) Carol Reed, 1949
Originalmente se le planteó a ese tipejo que sin embargo era buen escritor llamado Graham Greene que realizara un guión sobre el ambiente en la Viena posterior a la primera guerra mundial, sin embargo este se negó a hacerlo alegando que primero tendría que escribir una novela para lego transformarla en guión, finalmente se hizo de esta manera y hasta él tuvo que reconocer que el guión cinematografico resultó superior a la novela. De cualquier manera, Sir Carol Reed se encargó de que el resultado final fuese de una magnitud impresionante, estamos ante una película en la que cada elemento es grandioso, no por nada ha sido calificada como una de las mejores de la cinematografía británica.


El ocaso de una estrella (Sunset Blvd.) Billy Wilder, 1950
Una de las escenas finales más impactantes de la historia del cine en general se la debemos a la enorme Gloria Swanson en una de las obras cumbres de Billy Wilder, una extraña historia de pasión y crímen que a la vez es una mirada cruel y corrosiva sobre el viejo sistema de estudios norteamericano y las estrellas del cine mudo, el propio Erich Von Stroheim, uno de los legendarios directores de esa primera etapa, interpreta al apocado mayordomo de la ex estrella Norma Desmond, del cual nos enteramos más adelante que en realidad es el ex primer esposo de la Desmond y el hombre que la llevó a la fama. Imprescindible.


Casta de malditos (The killing) Stanley Kubrick, 1956
La sexta película de Stanley Kubrick se convirtió en la primera de una impresionante serie de obras maestras que lo colocaron para gusto de muchos (mío incluído) como el mejor director de todos los tiempos. Basado en la novela Clean Break, de Lionel White, Kubrick deconstruye la secuencia lineal de la narración para contarnos la historia de un asalto que debió resultar perfecto. Innovador en todo momento, el fallecido maestro ofrece una cátedra de cine negro.


Sed de mal (A touch of evil) Orson Welles, 1958
A los críticos que les encanta declarar inicios y finales de épocas les dio por marcar con la aparición de esta joya el término del ciclo del cine negro. Como muchas de las grandes del género (baste ver las cintas arriba mencionadas), esta se basó en una novela, ahora de Whit Masterson, que Welles convirtió en un auténtico tour de force (al menos como la conocemos ahora, ya que al inicio el estudio la reedito y cuentan que era un bodrio sin pies ni cabeza) que contó con las actuaciones de Charlton Heston, Janet Leigh, el propio Welles e incluso la diva alemana Marlene Dietrich.


El Samurai (Le Samourai) Jean Pierre Melville, 1967
También en París hace aire, cómo no, Y Jean Pierre Melville estuvo ahí para demostrarlo. Todo un hombre de culto, el director supo hacer grandes historias de manera personal y al mismo tiempo empatar con el agrado del público, en esta ocasión nos presenta a un silencioso asesino interpretado por Alain Delon cuyo código de honor se ha vuelto en contra y ahora sus jefes le persiguen para matarlo. Tan buena que ha dado pie a muchas películas de acción Hongkonesas... que luego sirvieron para ser imitadas por filmes gringos.





Barrio chino (Chinatown) Roman Polanski, 1974


miércoles, 3 de septiembre de 2008

Adiós a Las Vegas



Terri: Quizá no deberías beber tanto.
Ben: Quizá no debería respirar tanto, Terri.

Ben Sanderson ha tomado una decisión: irá a Las Vegas y beberá hasta que la muerte se lo permita. Y eso hará a pesar de que en su camino se cruce un ángel turbio encarnado en la hermosa prostituta Sera. No hay descenso al infierno en la historia de este guionista autodestructivo, él es su propio infierno y no hay pena ni mancha en ello, simplemente ha tomado una decisión y con los restos de cabalidad que el alcohol le deja, va a cumplirlo.
Ben transita feliz por los pasillos de un supermercado llenando de botellas un carrito. Ben es el alma de la fiesta, bebiendo y convirtiéndose en un tipo por demás simpático. Ben tomándose una cerveza bajo el agua. Sera a su lado, amándolo, aceptando la decisión de Ben, glorificando su inmaculada embriaguez.
Del otro lado: Ben en intentos patéticos por llevarse a mujeres a la cama. Sera transitando melancólica la noche de la ciudad que nunca duerme. Ben solitario bajo los insoportables neones de los casinos. Sera agredida por su padrote. Ben despertando en medio de la noche para tomarse desesperado una botella de vodka. Sera abusada por un grupo de universitarios estúpidos. Ben al borde de la muerte.
Ben en un feliz sendero de autodestrucción.



Adiós a Las Vegas (Leaving las Vegas)
Dir.
Mike Figgis. USA, 1995
Guión: Mike Figgis, sobre la novela homónima de John O’Brien
Música: Mike Figgis
Fotografía: Declan Quinn
Edición: John Smith
Con: Nicolas Cage (Ben Sanderson); Elizabeth Shue (Sera); Julian Sands (Yuri); Richard Lewis (Peter); Valeria Golino (Terri)

El hermoso tema principal de la película, Angel eyes, interpretado por Sting y parte de su letra:


Have you ever had the feeling That the world's gone and left you behind? Have you ever had the feeling That you're that close to losing your mind?

You look around each corner Hoping that she's there You try to play it cool perhaps Pretend that you don't care But it doesn't do a bit of good You got to seek till you find Are you never unwind.

lunes, 25 de agosto de 2008

Muertos de risa


Nino y Bruno son patéticos. Ni siquiera se llaman así, su nombre artístico proviene de un cartel pisoteado que el anunciador vio antes de meter a este par a escena. Y su gracia es que Bruno pegue de bofetadas a Nino, en eso radica su éxito, que los convierte en las dos más grandes leyendas de la comedia española del siglo XX.
Luego de su incursión en Hollywood con Perdita Durango (1997) que sólo le sirvió para llevarse muchos más abucheos que dólares, Alex de la Iglesia regresó a España a hacer lo suyo: subvertir la comedia para convertirla en el oscuro vehículo con que el director transita y nos cuenta nuestra cotidianeidad, pues aunque las cintas son de suyo muy españolas, las historias que narra no dejan de ser universales.
Esta es probablemente la película de de la Iglesia menos conocida en México y no puedo explicarme la razón, ya que a mi parecer es uno de sus trabajos más pulidos (y graciosos). De nueva cuenta el director utiliza la violencia como medio de entretenimiento, no a manera de apología, como algunos han pretendido ver, sino como el contrapunto para manifestar su sardónica y contundente mirada. Ya de inicio la fórmula de comedia que manejan Nino y Bruno (Santiago Segura y El Gran Wyoming, respectivamente) su sustenta en la violencia misma, el gag del tortazo que ha funcionado y seguirá funcionando mientras la desgracia ajena nos siga pareciendo cómica, aunque nunca nos detengamos a pensar en que ese agrado tenga su carga siniestra. Por eso en cuanto nace la rivalidad entre los improvisados comediantes su éxito se incrementa y así sigue hasta el momento en que se alejan y resulta que por separado no causan ninguna gracia al público.
Quiero decir que estoy comentando la esencia de la historia sin meterme tanto a detalle en la misma porque esta es una de esas cintas que no deben contarse so pena de echar a perder la sorpresa, que este caso es la esencia; con una habilidad sorprendente Alex de la Iglesia va haciendo crecer la trama y llevándola hasta el terreno de lo alucinante y francamente inverosímil sin perder el hilo. Y del aspecto técnico, ni hablar, como siempre pulcro.


Y así, Muertos de risa se convierte en una comedia tan negra que hay a quienes no les genera ni una leve sonrisa, pero bueno, hay que saber reírse de las cosas, pues como el propio de la Iglesia ha dicho “La única escapatoria que encuentro al abismo que supone mirar las cosas de frente es la comedia”.
La película es muy sencilla de encontrar en la red, así como en tiendas establecidas como Mixup, así que hay para escoger. Si quieren saber más de Alex de la Iglesia visiten su página, que es alucinante, además de que se puede ver el trailer de su más reciente película, Los crímenes de Oxford. Santiago Segura también tiene cosas extrañas que contar en la página de Amiguetes Entertainment y de El Gran Wyoming hay que ver la ficha de la Wikipedia, pues un colgado, tal y como lo anuncia, compró un dominio con el nombre del artista para regalárselo, pero a la fecha parece que no ha habido contacto.
Y para concluir los dejo con una secuencia de la película.


Muertos de risa.
Dir. Alex de la Iglesia, España, 1999
Guión: Álex de la Iglesia, Jorge Guerricaechevarría
Fotografía: Flavio Martínez Laviano
Edición: Teresa Font
Con: Santiago Segura (Nino) El gran Wyoming (Bruno) Álex Angulo (Julián) Alfonso Lussón (Berasategui) Carla Hidalgo (Laura)











jueves, 7 de agosto de 2008

Unas de vaqueros

El western es uno de los géneros cinematográficos mundialmente más reconocidos y el emblemático de la producción hollywoodense en el siglo XX; su temática aborda la conquista del territorio oeste del país vecino, las ilusiones, las esperanzas, obsesiones y pasiones de la gente que llegaba a un terreno virgen, hostil y violento, siempre lleno de emocionantes aventuras. Del 11 al 17 de agosto en el Cine Teatro Alameda de San Luis Potosí, sede de la ya próxima Cineteca del estado, se presentarán algunas de las películas representativas del género, aquí unos avances.

La Diligencia. (Stagecoach) John Ford, 1939
La iniciadora del western moderno arranca el ciclo el lunes 11 (las siguientes aparecen como se irán presentando en los días sucesivos), con John Wayne en una de sus mejores películas




Vera Cruz (Vera Cruz) Robert Aldrich 1954
Polémica cinta que aborda un tanto a la ligera un pasaje de la historia mexicana, pero bueno, qué más se puede esperar de un género plagado de clichés y prejuicios. Aquí vemos a Gary Cooper y Burt Lancaster demostrando puntería ante el mismísimo Maximiliano de Hasburgo


Los siete magníficos (The magnificent seven) John Sturges Yul Brinner; Steve Mc Queen; Charles Bronson; James Coburn y Eli Wallach en una adaptación al oeste de Los siete samurais, de Kurosawa, ¿Qué más se le puede pedir a la vida?


El bueno, el malo y el feo (Il buono, il brutto, il cattivo) Sergio Leone, 1966

Obra maestra. El mejor score de la historia. Piedra angular. Clint Eastwood.



La pandilla salvaje (The wild bunch) Sam Peckinpah, 1969

Peckinpah cambió el concepto eterno de buenos vs. malos por el de malos vs. muy malos con esta hermosa sinfonía de metralla.



Un hombre llamado caballo (A man called horse) Elliot Silverstein, 1970
Y cuando comenzó el declive del género se dio por experimentar, aquí vemos a Richard Harris como un hombre blanco que llega a ser jefe de la tribu Sioux.

Silverado (Silverado) Lawrence Kasdan1985 Kasdan de plano optó por hacer un espectáculo estilo Lucas y Spielberg para tratar de revivir al western con esta cinta.

lunes, 4 de agosto de 2008

3 Iron, el espíritu de la pasión


Un día entro en una casa vacía.Parece que nunca haya estado nadie, así que me desnudo, me baño, preparo la comida, lavo la ropa, arreglo una báscula de baño y juego al golf en el jardín de la casa.En la casa hay una mujer desanimada, asustada y herida, que no sale nunca y que llora.Le muestro mi soledad. Nos entendemos sin decir ni una palabra, nos vamos sin decir ni una palabra.

El silencio es una vía espléndida para decir lo que sentimos con el cuerpo, quizá suene algo trillada la frase, pero no por ello deja de ser cierta, y es más, expresarlo para otros a través del arte no es nada sencillo. Kim Ki Duk lo ha logrado, con creces.
Tae-Suk, asceta contemporáneo, vive en hogares vacíos sin permiso de los propietarios, fantasma silente que en retribución al hospedaje y alimentación que recibe de sus insospechados anfitriones repara los pequeños desperfectos del hogar. Hay una casa distinta, más grande y aún llena de objetos que sin embargo se siente más vacía y no está sola. Ahí se encuentra Sun-Hwa, ex modelo de rostro golpeado, fantasma de su propio hogar, donde es notable que estalla frecuentemente la violencia. Se encuentran y lo saben, habrán de irse juntos, en silencio, sin plan alguno. El amor, no obstante y como es sabido, queda vedado tras sellar el compromiso en los papeles con los que la sociedad otorga posesión de la pareja. Ella debe volver, él deberá encontrar la manera de estar juntos de nuevo.
Contrario a lo que sucede en el resto de la filmografía de Kim Ki Duk, me parece que aquí la alegoría se ve minimizada ante la contundencia de una historia prácticamente muda; ponerse a reflexionar en torno a la soledad, la incomunicación, el vacío interno de las sociedades industriales, es francamente una pérdida de tiempo frente a la elocuencia y el espíritu decididamente amoroso de la historia, incluso y contrario también al resto de sus trabajos, el amor no es tan brutalmente imposible como en Bad Guy (Nabbeum namja, 2001), Cocodrile (Ag-O, 1996) o La isla (Seom, 2000), donde la desolación es total. No quiero decir con ello que se trate esta de un amor triunfante y claro al estilo Hollywood. Para nada. Es sólo que aquí los obstáculos no importan. Sun-Hwa es un lago apacible, Tae-Suk como la luz que se posa ahí para crear armonía.
La historia, según cuenta el propio director, se le ocurrió cuando al quitar unos folletos de la puerta de su casa imaginó que aquellas donde se acumulan deben ser casas vacías y ello lo llevó a pensar en una persona muy solitaria. Tras esta idea, y para gozo anecdótico de los críticos que lo idolatran, escribió el guión en un mes, filmó en un par de semanas y editó en tan sólo diez días. Cierto o no, logra una película minimalista y a un tiempo monumental en su realización, el surcoreano brinda con esta una lección más de las posibilidades contemporáneas del lenguaje cinematográfico y la forma en que su país mantiene la vanguardia.

Uno de los dos se queda en una casa hecha de nostalgia.El otro aprende a convertirse en un fantasma para esconderse en el mundo de la nostalgia.


Esta cinta es bastante sencilla de conseguir, pues dado el éxito que ha alcanzado el director llegó incluso a las salas de cine mexicanas y de ahí al video, en eMule se consigue también, pero no se ve de entrada alguna versión subtitulada (aunque cuando vean la cinta sabrán que eso ni es de tanta importancia). Las frases en cursivas corresponden a La casa vacía, texto escrito por Kim Ki Duk en 2004.




3 Iron, el espíritu de la pasión (Bin Jip, Corea del sur, 2004)
Dirección y guión: Kim Ki-duk. Fotografía: Jang Seung-baek.
Montaje: Kim Ki-duk.
Música: Slvian. Producción: Kim Ki-duk. Con: Lee Seung-yeon (Sun-hwa), Jae Hee (Tae-suk), Kwon Hyuk-ho (Min-kyu), Joo Jin-mo (Detective Cho), Choi Jeong-ho (Funcionario de prisiones), Lee Dah-hae (Ji-eun), Park Dong-jin (Detective), Moon Sung-hyuk (Sung-hyuk), Park Jee-ah (Jee-ah).

martes, 22 de julio de 2008

Batman: El caballero de la noche


El problema con las adaptaciones de Batman es que no se ha explorado la tremenda complejidad del personaje. Pero eso no es un secreto, como tampoco lo es que nunca veremos en la pantalla grande una adaptación fiel de las mejores novelas del personaje, como La broma mortal, Muerte en la familia, Asilo Arkham, Año uno o El regreso del caballero nocturno. Ahora hay otra verdad: si existe la justicia, Batman, el caballero de la noche, debe marcar la pauta para que las películas de superhéroes sean tomadas en serio y participen en festivales importantes en competencia y no como meros estrenos de parafernalia.
En 1986, Frank Miller contribuyó a cambiar la historia del comic definitivamente y consagrarlo ante el público general con la aparición de la miniserie El regreso del caballero nocturno, que nos presentaba a un Bruce Wayne cincuentón que al darse cuenta del estado de violencia que vive Ciudad Gótica decide ponerse de nueva cuenta el traje de Batman tras 10 años de ausencia (En una de mis secuencias favoritas, el anciano murciélago le pone la golpiza de su vida al nerd de Superman), lo cual resulta en una historia trepidante y brutalmente emocional que no encontrará igual en mucho tiempo.
Ahora, en 2008, Christopher Nolan consigue lo que anteriormente sólo se había deseado: dar un status serio a una película de adaptación de historieta, sub género que ha sobrevivido con mucha más pena que gloria en la industria cinematográfica y que –hay que decirlo- en este año ha contado con dos grandes pilares que son Iron man y Hulk. Sin embargo, Nolan se lleva la temporada y el año.
Plena en virtudes es muy complicado hallar una falla en la cinta: el guión está perfectamente estructurado; las actuaciones son un tour de force como pocas veces se ha visto; la fotografía dramatiza y se mete más allá de los ojos; la edición da los tonos precisos en una bomba de tiempo que arranca desde el minuto cero de la película; el diseño de arte es tremendo (Los espacios abiertos, la noche, los grandes ventanales, la Ciudad Gótica modernizada); la dirección es minuciosa al extremo delirante del propio personaje del murciélago. Es, en resumen, la obra maestra del comic llevado a la pantalla grande. ¿Peros? Con gusto los discutimos. Para mi, esta es la película del año.


Batman, el caballero de la noche (The dark Knight)
Dir:
Christopher Nolan, USA, 2008
Guión: Jonathan & Christopher Nolan
Fotografía: Wally Pfister
Edición: Lee Smith
Música: James Newton Howard & Hans Zimmer
Con: Christian Bale (Batman-Bruce Wayne); Heath Ledger (Joker); Aaron Eckhart (Harvey Dent); Michael Caine (Alfred Pennyworth); Maggie Gyllenhaal (Rachel Dawes); Gary Oldman (Tte. James Gordon); Morgan Freeman (Lucius Fox)

Watchmen, trailer 1


En 1986 tres acontecimientos cambiaron para siempre la industria del comic: la conclusión de Crisis en las tierras infinitas, de DC Comics, la publicación de El regreso del caballero nocturno, de Frank Miller y la epifánica aparición de Watchmen, de Alan Moore.
Ganadora del premio Hugo -uno de los más prestigiados para literatura de ficción-, enlistada entre las 100 mejores novelas de 1923 a la fecha en lengua inglesa, ganadora de cuatro premios Eisner (el más importante en el mundo de la historieta) más un montón que se siguen acumulando y reconocida por la crítica como una de las piezas fundamentales del noveno arte.
Zack Snyder, quien con tan sólo dos cintas (El despertar de los muertos y 300) ya se ganó el título de director de culto, se ha encargado de realizar la adaptación cinematográfica de esta joya, que será estrenada el 6 de marzo de 2009.
¿Qué más se puede decir? Que lo disfruten.

martes, 15 de julio de 2008

Hellboy II

Soy un fan de Guillermo del Toro. Desde Cronos, su ópera prima, que me parece lo mejor y única trascendente de esa superflua y sobrevalorada etapa que se dio en llamar Nuevo cine mexicano. Su manera de abordar las historias, la imaginería para la creación de mundos y seres fantásticos es algo que en verdad me satisface como espectador. Pero todo tiene sus límites, y Hellboy II es uno de ellos.
Dicho sea de paso, también soy fan de Mike Mignola, el creador de Hellboy, un autor que es tan bueno para escribir historias como para ilustrarlas y aparte del enorme demonio rojo, ha entregado comics excelentes con personajes como Diabólico, Wolverine y Batman como protagonistas.
Hellboy II, El Ejército Dorado supone, sin embargo, una decepción si tomamos en cuenta la trayectoria de ambos creadores. Contrario a la espléndida primera parte -considerada como de las más fieles adaptaciones del comic al cine-, en esta todo se vuelve flojo a excepción del aspecto visual, que continúa siendo una maravilla. Por eso me sorprenden las reseñas que he encontrado hasta ahora, que en más del noventa por ciento se dedican a alabar de la cinta méritos que sinceramente no encuentro, incluso el tema de la paternidad, presente en toda la filmografía de Del Toro, es abordado aquí de una manera ramplona.


Se trata del mismo equipo creativo, en el que se encuentran muchos nombres importantes y probados del cine en general, ¿Qué diablos pasó entonces? No se, una serie de cosas debieron conjuntarse para que todo se vea flojo, frágil, desganado. Las caracterizaciones de los personajes principales (En particular Abe Sapien y la pistola El samaritano) se modificaron para mal, pese a que, como lo mencioné líneas arriba, todo lo que envuelve al aspecto visual es lo más logrado y quedarán para la memoria el Mercado Troll, el duende sin piernas y el ángel de la muerte. El villano de la cinta, Nuada y su hermana Nuala (obvia referencia a la serie de comics Sandman, de Neil Gaiman) parecen como integrantes de un grupo Goth, el Hellboy niño es horrendo y la historia, que pretendía integrar mitos y leyendas de diversas partes del mundo, así como la literatura de Lord Dunsany, no termina nunca de amarrarse ni contiene un sólo punto climático. Eso si, hay mucha acción, pero ojo, eso no implica clímax de ninguna manera.
Hace poco me enteré también que Jesús Ochoa haría el doblaje de la voz de Hellboy en español con cierto toque norteño, lo cual me horrorizó por la simple idea, aunque luego de ver la película comprendí que eso fue completamente apropiado, pues al parecer Mignola y Del Toro decidieron dejar atrás el humor negro del comic original para emparentarlo con el humor de la barra de comedias de Televisa. Pero al espectador simple seguro le agradará eso.
Me sabe amargo el resultado y me quita las ganas de que se realice una tercera parte. Al mismo tiempo debo señalar que no pierdo en absoluto mi fe en Guillermo del Toro y se que pronto habrá de darnos una buena nueva que hará olvidar este tropezón en su carrera.


miércoles, 28 de mayo de 2008

Persépolis





Los comics autobiográficos o vinculados a una experiencia real de su creador regularmente nos conducen por caminos tortuosos y expiatorios, pero suelen también ser –cuando son bien realizados- bastante gratos por la manera en que evocan situaciones que pueden remitirnos a experiencias propias.
En Persépolis, Marjane Satrapi muestra su vida a partir del ambiente revolucionario de Irán durante su infancia, mientras explotaba la revolución islámica, pasando por su adolescencia en Viena, el regreso a casa en un país totalmente ajeno y la vuelta al exilio en los años 90. El comic se publicó en cuatro tomos que recibieron ovaciones por parte de la crítica especializada y trascendieron más allá del círculo del arte secuencial, de manera que en 2007 la autora junto a Vincent Paronnaud, también autor de comics que ya había incursionado tras la cámara con el cortometraje Raging Blues, de 2004, realizó una adaptación cinematográfica poderosamente conmovedora de su obra.
Bastante apegada a la estética de la novela gráfica, la cinta ofrece una riqueza visual que impresiona por su sencillez de blanco y negro casi en alto contraste con algunos toques más bien de la técnica del aguado en tinta y tres hermosas escenas a color que nos conducen al pasado de la historia. Estéticamente no se le puede criticar nada.
De igual manera el guión se va desenvolviendo con una ligereza natural que nos hace sentir verdaderos testigos extradiegéticos en la vida de Marjane, desde la pequeña fanática de Bruce Lee que gritaba consignas contra el Sha hasta la bella mujer melancólica en que se transforma hacia el final; aunque quien le busque podrá encontrar aquí un vago argumento para criticar dadas las múltiples referencias pop ochentenas que envuelven a la vida de la protagonista. Cosa menor y, a mi gusto, plenamente justificada.
Las traslaciones de novela gráfica a la pantalla grande, por otro lado, han tenido pocos encuentros afortunados hablando del contexto integral de la obra, me parece que desde Ghost in the shell 2: Innocence, de Mamoru Oshii (2004) no veía algo que englobara lo mejor de ambas artes. Habrá quien lo tome a exageración pero sí, me parece una obra maestra en todos los sentidos, hay que verla para ver si comparten esta idea.

Persépolis compitió este año por el Oscar contra buenas cintas animadas y finalmente fue vencida por la también muy disfrutable Ratatatouille, a pesar de ello los lerdos distribuidores no le han dado un espacio para corrida comercial en México, pero afortunadamente está incluida dentro del circuito del foro de la Cineteca, que en San Luis Potosí se presentará del 13 al 24 de junio.

Para quien se interese en la novela gráfica, esta fue editada en español por Norma (en España) y para saber más de la novela y la cinta les recomiendo visitar la Guía del comic, la página oficial de la película, y los clásicos Wikipedia e IMDB.

Y si se clavan en los comics autobiográficos, definitivamente no deben dejar de buscar Maus, de Art Spiegelman; Our Cancer Year, de Harvey Pekar , I never liked you, de Chester Brown o Safe Area:Gorazde de Joe Sacco.

La película la pueden conseguir además de con su pirata “de arte” de confianza, en e-Mule, donde hay una versión bastante buena doblada al español de España y en Amazon con el audio original que incluye las voces de Chiara Mastronianni y Catherine Deneuve.

Finalmente, les dejo una página de la historieta, el cartel original y


Una secuencia breve pero maravillosa: uno de los encuentros de Marjane con el Dios que tiene cara de Carlos Marx.













martes, 11 de marzo de 2008

Flores rotas


Si habláramos de un tema recurrente en la filmografía de Jim Jarmusch, seguramente este podría ser la incapacidad de sus personajes para establecer una comunicación interpersonal dentro del rango de lo normal. Desde su primer trabajo, el cortometraje Permanent vacation (1982), cuando el personaje principal declara "'Para mí, la gente que conocí es como una serie de habitaciones, como todos esos lugares donde pasé un tiempo. Entras en ellos por primera vez, tienes curiosidad por el cuarto, una lámpara, un televisor. Pero en cualquier momento, aparece este miedo, un miedo creciente... Todos estamos solos, por eso lo dejo irse", establece esta imposibilidad, misma que utiliza también para hablar metafóricamente de su país, los Estados Unidos.

Ambos puntos aparecen de nuevo en su película, Flores rotas (Broken flowers, 2005). Esta cinta narra la historia de Don (Bill Murray), un solterón que recibe de imprevisto una carta anónima donde se le informa que tuvo un hijo, actualmente de 19 años, que lo está buscando. A partir de aquí inicia un viaje impulsado por su vecino, detective aficionado, recorriendo el país para visitar a cuatro ex amantes (Jessica Lange, Sharon Stone, Frances Conroy y Tilda Swinton) a fin de solucionar el misterio.

En muchas sinopsis disponibles en internet se puede ver a este filme clasificado como “comedia romántica” y tal vez por ello y la presencia de varias estrellas haya alcanzado distribución comercial en México, lo que no había sucedido con las anteriores películas de Jarmusch. El hecho es que clasificar su obra es un error por completo. A lo largo de su filmografía se ha podido observar como el tono siempre mantiene rasgos de algún o algunos géneros en específico, su estilo sin embargo -siempre con un ligero toque de comedia amarga y melancólica espiritualidad- nunca se ha permitido la exploración de un solo género.

De esta manera, el viaje emprendido por Don es evidentemente el viaje iniciático de las road movies (Don finalmente decide emprenderlo como una cuestión instrospectiva tras su reciente rompimiento sentimental y tal vez como un paliativo a la profunda soledad que lo embarga), pero tampoco se queda encuadrada en los cánones del género. Como siempre sucede también en sus obras, ya hay varias críticas donde se acusa a Flores rotas de inconsistencias en la historia por cuestiones contradictorias en el argumento, lo cual indica que quien opina eso no se da cuenta que en el cine siempre es necesaria la "voluntaria suspensión de la incredulidad" de la que hablaba Coleridge a fin de disfrutar a plenitud una película exquisita como esta.

No por nada, una periodista norteamericana escribió acerca de Jarmusch "Es su interpretación irónica de los más grandes mitos norteamericanos (la conquista del oeste en Dead Man, Elvis Presley en Mystery Train, Norteamérica como la tierra prometida en Stranger than Paradise, Hollywood en Night On Earth) lo que distingue a Jarmusch de otros cineastas independientes y lo hace más querido a los ojos de sus fans. De todos los cineastas contemporáneos, Jarmusch tiene la sensibilidad global más consistente, y la menor reverencia por el patriotismo o nacionalismo”.

La secuencia de Don abandonado y la aparición de la carta rosa

el trailer original de la película





Flores rotas

Dir. Jim Jarmusch. USA, 2005.

Fotografía: Frederick Elmes.

Edición: Jay Rabinowitz.

Música: Mulatu Astatke.

Con: Bill Murray (Don Johnston), Jeffrey Wright (Winston), Sharon Stone (Laura), Frances Conroy (Dora), Jessica Lange (Carmen), Tilda Swinton (Penny), Julie Delpy (Sherry), Christopher McDonald (Ron), Chloë Sevigny (Asistente de Carmen), Mark Webber (El chico).

miércoles, 5 de marzo de 2008

Un entremés

En tanto desahogo un poco mis actividades para ponerme a corriente con el blog, les dejo los trailers de algunas películas próximas a estrenarse en México que han recibido poca difusión y sin embargo valdría la pena ver. Que los disfruten

I'm not There
Dirigida por Todd Haynes, quien ya ha demostrado su capacidad para llevar historias centradas en músicos a la pantalla con la genial Velvet Goldmine. En esta 6 actores, incluída Cate Blanchett, interpretan igual número de pasajes -reales y ficticios- de la vida de Bob Dylan. Se supone que ya deberían haberla estrenado, pero bueh, ya saben, las infames distribuidoras...





El año en que mis padres se fueron de vacaciones
El cine brasileño sigue sorprendiendo con cintas de una calidad que deja muy por atrás a la mayor parte de la producción del continente; en este caso con una cinta de diversión y emotividad al por mayor acerca de un pequeño abandonado en un barrio judío en 1970, época en que la vida de los brasileños tenía dos preocupaciones centrales: la dictadura y el mundial de futból. Imprescindible.





Cassandra's dream
La nueva película de Woody Allen, con decir eso debería bastar como recomendación pero habría que agregar que el Maestro vuelve por sus fueros. Dos versiones de trailer, una doblada al español y otra en el original en inglés para los que como yo, piensan que el doblaje es un atentado contra la obra artística.






Persepolis
Persepolis de hecho va a ser motivo del próximo post, en tanto los dejo con uno de los trailers para que vayan apreciando la majestuosidad de esta cinta animada.




Midnight meat train
Ryuhei Kitamura, director de Azumi y Versus, adapta el cuento homónimo de Clive Barker en su primera incursión hollywoodense, el trailer y los comentarios previos, así como el rango de culto que han alcanzado las dos películas mencionadas parecen augurar una buena cinta de horror.

martes, 19 de febrero de 2008

Tle Go Master



Pues el trabajo y demás ocupaciones me han dejado poco tiempo libre, pero no qusiera dejar de recomendar esta cinta de Tian Zhuangzhuang, a mi gusto la mejor de las programadas para la 49a edición de La Muestra Internacional de Cine de la Cineteca.

Reproduzo a continuación el artículo que a propósito de la película escribió Carlos Bonfil para La Jornada


Go es el nombre de un juego de mesa que se perfecciona en Japón desde 1880, recuperando una tradición milenaria del sudeste asiático, en particular de China, donde se le conoce como weiki, una estrategia de asedio en el que se disponen sobre un tablero pequeñas piezas ovaladas, blancas y negras, con el propósito de ganar terreno al adversario, rodeando sus piezas para limitar sus jugadas. Un juego de concentración que involucra a dos personas y que es el equivalente oriental del ajedrez. The go master (El maestro del go), la cinta más reciente del realizador chino Tian Zhuangzhuang (El papalote azul, La primavera de una infidelidad), relata la vida de Wu Quinyuan, maestro indiscutible de este juego, quien aparece nonagenario en el prólogo de la película, para ser luego encarnado como jugador joven por el estupendo actor chino Chang Chen (Happy together, de Wong Kar Wai).
A los cinco años Quinyuan se revela en China como un niño prodigio capaz de entender y dominar las técnicas elementales del juego. Un año después, en 1920, su familia lo lleva a Japón, donde pasará largas décadas de su existencia perfeccionando su arte de jugador, aun cuando un accidente en 1945 compromete seriamente su destreza. Aunado a este percance el filme refiere las penurias de Wu, su larga enfermedad (tuberculosis crónica), sus discrepancias con jugadores ortodoxos que no aceptan modificación alguna a las reglas ancestrales, y sobre todo su conflicto de tener como patria adoptiva a la nación expansionista nipona que a finales de los años 30 ocupa militarmente la región norte de su país natal.
The go master es a la vez el retrato del jugador magistral y también una crónica de la turbulencia política entre Japón y China, misma que se prolonga hasta los años de la Segunda Guerra Mundial. El director elige, sin embargo, concentrar su exploración en la personalidad de un hombre empeñado en dominar al máximo el arte del juego, como si al hacer este énfasis en la perseverancia y el compromiso artísticos aludiera a los años de silencio (casi una década) que siguieron a la prohibición por las autoridades chinas de su propia cinta, El papalote azul.
La manera en que el realizador elige ahora un estilo casi minimalista y un tema no para todos atractivo muestra que los años de aparente inactividad no menguaron en nada su creatividad ni su audacia expresiva. The go master es una película contemplativa que de ningún modo intenta iniciar a los espectadores en la afición por el juego de go, sino, de manera más interesante, tomar este juego como pretexto para describir el itinerario sicológico y moral de Wu, el jugador artista, y sus estratagemas para colocarse por encima de contingencias políticas y adversidades que podrían haber destrozado una existencia más frágil que la suya. Una escena elocuente muestra a los jugadores de go sacudidos por las reverberaciones de la explosión atómica en Hiroshima. El maestro que vigila la disciplina en las jugadas permanece imperturbable, ajeno casi al desastre circundante. La escena, tal vez excesiva, es posiblemente la que mejor ilustra el rigor de la dedicación artística. Éste es el asunto central en la nueva cinta de Tian Zhuangzhuang, y también su apuesta más arriesgada.
Carlos Bonfil




The Go Master
Dir. Tian Zhuangzhuang, Japón-China, 2006
Guión: Ah Cheng.
Fotografía: Wang Yu.M: Zhao Lin.E: Yang Hongyu.
Con: Chang Chen (Wu Qingyuan), Sylvia Chang (mamá de Shu Wen Wu), Itou Ayumi (Kazuko Nakara), Ayumi Ito (Ankara Kazuko), Akira Emoto (Kensaku Segoe), Nishina Takishi (Minoru Kitani), Xin Baiqing (Wu Yan).

miércoles, 6 de febrero de 2008

...Era de Nogal el Santo


Cuando se habla de la filmografía de Santo, el Enmascarado de Plata, es casi obligatorio mencionar un puñado de títulos que son considerados como los clásicos, mientras que el resto de las cintas del legendario luchador mexicano es relegado a funciones furtivas en la televisión, con lo que la apreciación del público en torno a la figura se ve muy limitada. Dos de estos títulos medio olvidados son los que hoy nos ocupan: Santo contra Capulina y El Hacha Diabólica.



La constante presencia de Carlos Suárez como “secretario” del enmascarado conformaba la parte cómica de sus aventuras, pese a su fisonomía y pasado como luchador, Suárez cumplía el papel del patiño temeroso, glotón y torpe que buscaba motivar la risa del respetable. A fines de los años sesenta, cuando se comenzó a estilar el incluir otra figura del cine o la televisión como refuerzo para asegurar la taquilla en las películas de luchadores, Santo recibió la oferta de trabajar con uno de los cómicos más exitosos de México, Gaspar Henaine, Capulina, cuyo humor se basaba en parecer infinitamente tonto pero noble, el resultado final fue una psicotronía delirante llamada Santo contra Capulina.
La película, dirigida por René Cardona padre con guión de Alfredo Zacarías, es un completo homenaje al desparpajo. Zacarías, guionista habitual de Capulina, escribió una historia en la que el comediante lleva ventaja protagónica al grado que Santo ni siquiera se ve luchando arriba del ring, como era costumbre (!), y su rol es más cercano a un detective policiaco cuya investigación lo lleva a enredarse en el camino de Capulina, un velador desobligado que por quedarse dormido en su trabajo no se da cuenta de un robo en proceso que, obviamente, es detenido por intervención de Santo. Resulta que los ladrones querían llevarse un par de cajas con vajillas que entre la cerámica escondían un cargamento de diamantes (¡!). Después, Santo es tentado por una hermosa mujer en bikini que resulta ser un robot explosivo, igual que un luchador que en el gimnasio parece invencible y Capulina, que es suplantado por un robot hasta que el verdadero Capulina lo descubre y se hace pasar por el robot (¡¿!?) y… bueno, al final ganan los buenos.



Mucho más seria en contenido es El Hacha Diabólica, dirigida por José Díaz Morales –cuya extensa filmografía no guarda nada memorable salvo las películas que hizo con Santo- a partir de un guión de Fernando Osés, el verdadero genio tras el cine de luchadores en general y las cintas del Santo en particular. La historia que se relata es de corte gótico, o más bien, en la mejor tradición de las Leyendas de la Colonia, con un aire de maldad satánica e inagotable amor a través de los siglos. En medio de una lucha contra el temible Lobo Negro, Santo es atacado en pleno cuadilátero por un enmascarado que porta un hacha y antes de verse rendido desaparece ante los ojos del aterrado público y nuestro desconcertado héroe. Como los ataques prosiguen, el Enmascarado de Plata consulta al Doctor Zanoni y entre ambos develan una parte escondida del origen del traje y la máscara de plata, pero para ir a fondo el Doctor envía a Santo al siglo XV, donde descubrimos que en el fondo de la historia se encuentra el amor que tanto el antepasado del Santo como el encapuchado negro sienten (¿y quien no?) por Lorena Velázquez, quien interpreta a Doña Isabel de Arango. Cuando esta niega sus favores al oscuro caballero, este invoca al demonio Ariman, quien le concede poderes oscuros para derrotar a su enemigo, en tanto que el caballero bueno acude con el sabio Abraca (tienen que ver la escena incluida en esta entrada), quien lo aprovisiona del traje y máscara plateada. El Encapuchado Negro secuestra a Doña Isabel y Santo no consigue rescatarla con vida, por lo que decide retirarse a la vida monacal (Cómo le hace entonces para tener descendencia es un misterio sicalíptico que aquí no nos toca descifrar). De regreso al presente, la novia del actual Santo también ha sido secuestrada y al ir a su rescate tenemos el encuentro final, que verdaderamente es de antología, supongo que no hace falta decir quien triunfa.
Las mujeres vampiro; El Tesoro de Drácula; Las momias de Guanajuato son tal vez los primeros títulos que nos vienen a la mente cuando nos preguntan por películas del Profe, pero vale la pena rescatar del olvido el resto de sus filmes como merecido homenaje al único superhéroe de carne y hueso que ha conocido este mundo.

El Hacha diabólica se puede conseguir en eMule y probablemente aún se encuentra una edición (gringa al parecer, para variar) en DVD, Santo contra Capulina fue editada hace poco por Laguna Films y viene en doble presentación con Santo contra los cazadores de cabezas.

El blog Pan y cine contiene sinopsis y comentarios de un amplio número de películas del Santo. En La tetona de Fellini hay un excelente artículo sobre el cine del enmascarado y hace un tiempo escribí una exposición de motivos donde justifico porque Santo debería estar en la Rotonda de los Ilustres.

El Hacha Diabólica. México, 1964
Director: José Díaz Morales
Guión: Fernando Osés y Rafael García Travesí
Con: Santo, el Enmascarado de Plata; Lorena Velázquez (Isabel de Arango); Fernando Osés (Encapuchado Negro); Mario Sevilla (Abraca. Dr. Zanoni)


Santo contra Capulina. México, 1968
Director: René Cardona
Guión: Alfredo Zacarías
Con: Santo, el Enmascarado de Plata; Gaspar Henaine Capulina (Capulina); Crox Alvarado (jefe de policía); Carlos Agosti (Cedric); Liza Castro (hija del científico); Nathanael León Frankestein (Ladrón); Juan Garza (Ladrón)