lunes, 9 de enero de 2012

De lo que vi en 2011

Cuando comencé a armar esta lista con las primeras que me venían a la mente como las cintas que más disfruté durante 2011 me sorprendió que la mayor parte se la llevaban directores consagrados, pensándolo un poco me di cuenta que esto se debe a dos factores: lo poco que tuve oportunidad de ver de la llamada cartelera alternativa y sobre todo por la pésima distribución de cine que hay en nuestro país. De esta manera hay seguramente ausencias que en la capital del país resultan obvias, pero es que si allá llega poco en provincia el panorama es aún más desolado.
Va mi lista de lo mejor que vi, en estricto orden alfabético.

13 asesinos (Jusan-nin No Shikaku)
Takashi Miike, Japón 2010
El hombre que ha evolucionado el concepto de autor nos presentó el año pasado una película maravillosa, una muestra intachable de estilo con coreografías de batalla que hacen palidecer a Kagemusha (Kurosawa 1980) y Las dos torres (Jackson 2002). Miike sigue brillando como uno de los directores más interesantes de la transición entre dos milenios.



A dangerous method
David Cronenberg, Inglaterra 2011
Un drama psicosexual que nos remonta a los orígenes del sicoanálisis a través de la relación entre Jung y Freud. De entrada parece una película atípica en Cronenberg, una vista más a fondo nos lo muestra en la plenitud de su obra, geniales actuaciones en general y un ritmo lento que envuelve al espectador de una manera portentosa.



Algo así como un buen tipo (En ganske snill mann)
Hans Peter Moland, Noruega 2011
La crítica no trató muy bien esta cinta, sin embargo a mi me parece que se sostiene de una forma bastante entretenida a partir de una historia sencilla con humor rancio y sobre todo una enorme interpretación  de Stellan Skargaard como un gangster que se enfrenta a una vida vacía tras salir de la prisión después de 12 años.


El árbol de la vida (The tree of life)
Terrence Malick, USA 2011
Una obra de arte que se permite incluso algunas exageraciones, Malick –con todo y lo complicado que esto suene- se supera asimismo con una película que marca, imposible de olvidar y dejar de sentir, realizada para verse en la sala de cine y hacer esa magia colectiva que hermana a los anónimos espectadores con las visiones en la pantalla.


El cielo abierto
Everardo González, México 2011
Con esta cinta González se confirma como uno de los principales documentalistas mexicanos. A partir de una gran cantidad de pietaje de la época el director reconstruye la historia de monseñor Arnulfo Romero y el terrible momento de violencia y represión en El Salvador en los años 70 con precisión y una prudente distancia, dejando que la historia se cuente así misma con toda su crudeza.


I saw the devil (Akmareul boatda)
Kim Jee-Woon, Corea del Sur 2010
Quien pensaramos que en materia de venganza todo estaba dicho tras la magistral trilogía de Park Chan-Wook no imaginábamos que podría aparecer una obra de sobrada manufactura y violencia como I saw the devil, fuera del encasillamiento de los géneros tradicionales en la línea del mejor cine sudcoreano actual es una película tan terrible como hipnótica.


Los gatos persas (Kasi az gorbehaye irani khabar nadareh)
Bahman Ghobadi, Irán 2009
En un tono semidocumental Ghobadi nos presenta la escena musical iraní, pero al mismo tiempo nos lleva a la triste realidad de represión que tienen que enfrentar en dicho país quienes buscan pasar la cerrada capa de las tradiciones religiosas islámicas. Como en Marooned in Irak (2002) y Media luna (2006) la música juega un papel determinante en la historia, aunque aquí no se limita a hablar sobre la problemática kurda, sino que pone de manifiesto una situación desafortunadamente generalizada.


Medianoche en París
Woody Allen, España-USA 2011
De lo mejor de Woody Allen, aquí mi comentario extendido sobre esta cinta.


Melancholia
Lars Von Trier, Dinamarca 2011
Lejos de su locura del Dogma 95 y de las pretensiones fallidas de Anticristo, Von Trier vuelve por sus fueros demostrando que lo suyo es el cine de alta calidad. Muy interesante ver (pese a las buenas interpretaciones de Kirsten Dunst y Charlotte Gainsbourg) cómo logra que el protagonismo no recaiga en los actores sino en un sentimiento como la depresión con un trabajo sumamente fino, orquestado para llevarnos al éxtasis con un final que aunque anunciado no deja de ser revelador, luminoso.


Temple de acero (True Grit)
Joel & Ethan Coen, USA 2010
La adaptación de los Coen a la novela de Charles Portis los reafirma en el lugar principal que ocupan en el panorama fílmico actual dando nueva vida al género norteamericano por excelencia, el western, a través de una historia de venganza en el sórdido viejo oeste. Y de nueva cuenta la presencia de Jeff Bridges en una película de los Coen es altamente memorable.


Hago mención especial para Miss bala, de Gerardo Naranjo, una película que si seguimos el lamentable rumbo de la violencia planteado por felipe calderón en un futuro veremos como drama costumbrista. Disfruté además de Drive, de Nicolas Winding Refn; ¿Quién sino nosotros? (Wer wenn nicht wir), de Andres Veiel; Hobo with a shotgun, de Jason Eisner; Materia blanca, de Claire Denis y Tetro, de Coppola.