viernes, 31 de diciembre de 2010

Los Caifanes


A mediados de los años sesenta, la crisis de público que padecía el cine mexicano parecía no importunar al sector de los realizadores, que pese a las múltiples adversidades y el calvario que implicaba el filmar una película, festinaban la incursión de artistas e intelectuales en el campo de la cinematografía, creando un ambiente suma
mente fértil motivado por la realización de los concursos de cine experimental de 1965 y 67, entre ambos, surgió una de las más excelsas rara avis de nuestra producción: Los Caifanes.  
Los iconoclastas siempre terminan de iconolatras
Desde la secuencia de créditos, plagada de prostitutas surreales y burócratas sudorosos observando con ojos muertos a la cámara para pasar a la fiesta de niños bien en una casa de campo, la cinta anuncia un distanciamiento de todo convencionalismo del cine mexicano de su tiempo, aspecto que confirma mientras avanza con su sencillez que en momentos roza lo pretencioso más bien para evadirlo que para caer gracias a la conjunción de talentos que resultó el acertado casting estelarizado por los ya entonces consagrados Julissa y Enrique Álvarez Félix junto a los debutantes Sergio Jiménez, El Capitán Gato; Óscar Chavez, El Estilos; Eduardo López Rojas, El Mazacote y Ernesto Gómez Cruz, El Azteca, los cuatro Caifanes que llevarán a la pareja de aristócratas a su encuentro con el dragón en la larga noche de parranda defeña desconocida que cambiará sus vidas para siempre.

México en una laguna y mi corazón echándose clavados
Carlos Fuentes mantenía ya una relación cercana con el cine nacional incursionando como guionista, tanto con creaciones propias como adaptaciones a obras de Juan Rulfo (El Gallo de Oro, 1964 y Pedro Páramo, 1966) y Gabriel García Márquez (Tiempo de morir, 1966) cuando elaboró el argumento para Los Caifanes junto con Juan Ibáñez, un director de teatro que haría con este guión su primer largometraje. El texto, originalmente titulado “Fuera del mundo” obtuvo el premio del concurso de guiones convocado por el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica en 1965, mas esto no fue suficiente para que la realización se diera con facilidad, hubo que tocar muchas puertas y echar mano de buenas voluntades para concretarla, lo que a la postre redituó en la participación de personalidades como José Fernando Pérez Gavilán y Mauricio Wallerstain en la producción y Jorge Fons en la coordinación de la misma, actuaciones secundarias de Tamara Garina, Marta Zavaleta y Carlos Monsiváis y cameos de Norma Lazareno, Alberto Dallal y Arturo Ripstein, por mencionar sólo algunos.

 
Se levanta la pista hidráulica espacial del Géminis
Por una parte, la película retrata de manera costumbrista el ambiente arrrabalero del Distrito Federal de los años sesenta, sus cabarets, taquerías, barrios populares y espacios afines, marco en el cual se escenifica la historia, pero contrapuesta con la verbalidad bizarramente poética de los Caifanes, mezcla del caló barriobajero con múltiples referencias literarias y una serie de aventuras tan alocadas como inocentes que bajo la dirección de Ibáñez se convirtieron en una película de altos vuelos, atemporal y única en la historia del cine mexicano. Irrepetible como es, la cinta ha marcado un referente para el cine independiente realizado con inteligencia y sencillez que merecidamente le mantienen en el estatus de culto tras más de cuatro décadas de su estreno.

Les dejo una de las escenas más memorables de la película
 


Los Caifanes
Dir. Juan Ibáñez, México 1966
Producción: José Fernando Pérez Gavilán y Mauricio Wallerstein, coordinación de Jorge Fons
Guión: Carlos Fuentes y Juan Ibáñez
Fotografía: Fernando Álvarez Garcés
Edición: Juan José Munguía
Música: Mariano Ballesté y Fernando Vilches
Con: Todos los arriba mencionados












jueves, 23 de diciembre de 2010

Lo mejor (según yo) de 2010

Hacer una lista de lo mejor del año siempre resulta un ejercicio con buena dosis de pedantería, lo cual me viene bastante bien. Lo cierto es que durante el año he tratado de disciplinarme y tratar de ver más cine, lo que no es tan sencillo como suena, pero si tuve oportunidad de ver muchas más que en los años recientes, así que incompleta por causas naturales (IMDB registra 8,169 cintas estrenadas en el año y no es tampoco un listado exhaustivo) les comparto lo que considero mejor de lo que ví y que fuera estrenado en México ya sea en la cartelera, el circuito underground o con nuestros heróicos piratas del buen cine. Limitado a 10 películas sin ningún orden de preferencia.

Love exposure

(Ai no mukidashi – Exposición de amor)

Sion Sono, Japón 2008

Bueno lo que dije arriba en cuanto a que no había un orden se rompe con esta que sí, es mi favorita de cuanto ví en el año. Magna épica de 4 horas de duración y es de esas películas que uno desearía que no se terminaran jamás. Sion Sono vuelve a explorar el universo de los jóvenes japoneses y de nuevo sorprende por su brillantez, ¿cómo poder resumir la trama? Puede ser como una historia de amor, una crítica a las religiones y sectas en algo que es comedia y es drama y hasta acción, todo narrado de manera que uno se sumerge en la trama hasta perder noción de lo que nos rodea, todo se vuelve la película, se crea la magia del cine en plenitud.




Biutiful

Alejandro González Iñárritu, España-México

De entre las críticas negativas que he leído sobre esta película no he encontrado una sola que pueda llamar inteligente, los detractores se limitan a señalar lo pesado que es González Iñárritu, lo que dijo en tal o cual entrevista o que si la historia es tramposa por su excesivo dramatismo, nada de peso y lo peor, en muchos de los casos ni siquiera sustentado.

Tras verla por primera vez comenté que sospechaba que la película era perfecta y en las revisiones posteriores encuentro que sí, tiene sus detalles, pero fuera de estos es redonda por donde se le vea, un guión impecable; un diseño de producción soberbio; una fotografía elegantemente discreta; actuaciones memorables; dirección sobria, en fin, habría que enumerar todos los elementos que componen a una obra cinematográfica para sostener lo que digo, que es una película muy, muy bien hecha, probablemente no vaya a ser referencia obligada en los libros de historia del cine que se harán en el futuro, pero ni duda cabe, es una gran película.





Donde viven los monstruos

(Where The Wild Things Are)

Spike Jonze, USA 2009

Tardíamente estrenada en México, la esperada adaptación de Jonze al ya clásico cuento de Maurice Sendak resultó sobresaliente a cualquier expectativa creada antes de su estreno, Jonze encontró la manera de plasmar el espíritu del cuento original de forma que convenció al autor para realizar la película, algo que se venía pensando desde los años 90, una película para niños tan genial que Warner Brothers no quiso clasificarla así, como siempre la imaginación ofende.



El origen

(Inception)

Christopher Nolan, USA 2010

Otra que se estrenó tarde en México pese a ser un blockbuster garantizado, el problema aquí fue la voraz gandallez de Cinepolis y Cinemex, que querían cobrar por la exhibición un porcentaje más amplio del usual. Grillas entre mercenarios aparte, Christopher Nolan sigue consolidándose como uno de los directores más creativos de la actualidad y lo demuestra con creces en una obra de esas que a medida que se repite la experiencia continúa enriqueciéndose, tan buena que hasta Di Caprio se ve bien.



Hambre

(Hunger)

Steve McQueen, UK - Irlanda 2008

Una película que contiene un plano secuencia de veinte minutos en el que sólo vemos a dos hombres conversando con una mesa de por medio, veinte minutos de nada más que eso y podría decirse que es una de las mejores escenas del cine en muchos años. Arte puro.



Tierra de zombies

(Zombieland)

Ruben Fleischer, USA 2009

El debut en cine del director -inspirado en Shaun of the Dead, como él mismo declara- resulta una muestra que el sub género de los zombies se mantiene vigente y ya hasta debería quitársele el mote de “sub”, no nos engañemos con malas adaptaciones de comics convertidas en series televisivas; sin tratar de innovar, Zombieland refresca el género de la manera más divertida, inolvidables la secuencia de créditos y el cameo de Bill Murray.



El divo

(Il divo)

Paolo Sorrentino, Italia-Francia 2010

Extraordinario retrato de la Italia de la segunda mitad del siglo XX, sobria, elegante, pero sobre todo con una actuación escalofriantemente excelsa por parte de Toni Servillo como Giulio Andreotti. Grandiosa.



Dogtooth

(Kynodontas / Canino)

Giorgios Lanthimos, Grecia 2009

Hay películas que dejan una extraña sensación, una brisa fría que circula por el cuerpo durante varios días, es cuando sabemos que nos hemos topado con una nueva isla del cine, en este caso con una que alecciona como realización y aturde al mismo tiempo. Es una película que debe ser vista.



Violines en el cielo

(Okuribito)

Yôjiro Tâkita, Japón 2008

La muerte como reconciliación, acercamiento, liberación, purificación, acto de amor. Un claro poema de la transición entre la vida y la muerte como el viaje más digno que debemos hacer.



Náufrago en la luna

(Kimssi pyoryugi)

Lee Hae-jun, Corea del Sur 2009

Una prueba más de que el de Corea del Sur es hoy por hoy el mejor cine del mundo. Aquí mi comentario en este mismo blog.

Se quedaron en la línea otras grandes cintas: Abel, Thirst, El secreto de sus ojos, Toy Story 3, Scott Pilgrim vs. The World, El escritor fantasma y Brothers.

Mención honorífica para The tempation of St. Tony, que aún no acabo de digerir y Hombres de mentes, que pudo ser una gran película… pero no la libró.

martes, 29 de junio de 2010

Náufrago en la luna

En medio de una crisis económica profunda, Kim decide quitarse la vida lanzándose al río Han desde lo alto del puente que lo cruza.

Pero el día lo despierta en la ribera de la isleta bajo el puente, un espacio baldío y solitario a tan sólo unos metros de la vorágine materialista de la ciudad, del infierno asfaltado que lo ha llevado a la decisión de abandonarlo en definitiva y si no se logró a través de la muerte, la desconexión del todo se presenta ahora como una mejor opción, empezar de cero sólo consigo mismo.

Más allá encontramos otro naufragio. Una joven instalada en la isla de su propia recámara, de la cual hace muchos meses no sale salvo furtivas y limitadas ocasiones. La suya es una isla de tecnología, su única manera de mantener contacto con el mundo, aún incluso con su madre al otro lado de la puerta, Internet como medio para tomar la distancia más lejana del mundo.
Un incidente fortuito, como suelen ser aquellos que forjan las mejores relaciones, los lleva a encontrarse pese a la distancia, a encontrar una forma de comunicarse en un lenguaje cuasi monosilábico ajeno al propio, porque había que inventar nuevas formas de hablarse en un encuentro así, sacrificando un poco de ambas partes y creciendo al unísono gracias a ello mismo.

Y una historia de profundas lecturas presentada con la simpleza que sólo las narraciones más universales pueden darnos, una serie de elementos bobos –robots de cuerda, patos lancha, latas que guiñan el ojo- para sentirnos en principio como en casa para después de salir de la sala pensar más allá de la impresión sencilla. Y la demostración de que sólo el cine puede salvarnos.

Náufrago en la luna (Kimssi Pyoroogi / int: Castaway on the moon)
Corea del Sur, 2009
Dir, y guión: Lee Hae-jun
Producción: Mu-ryeong Kim



sábado, 13 de febrero de 2010

El Hombre Lobo

Debería haber una ley que proteja a las grandes obras de arte de las malas revisitaciones.

Pero bueno, esto es un sueño guajiro que no se va a dar nunca por mucho que nos pese en tanto que lo que mueve al planeta es el mercantilismo y nuestra implícita necesidad de devorar como parte de la sociedad de consumo. Tales palabras proto izquierdistas setenteras vienen a cuenta por el estreno de El hombre lobo, el hit cinematográfico de la temporada que ha resultado ser una decepción total.

Lo que intentaba ser un remake del clásico de 1941 dirigido por George Waggner –avezado creador de atmósferas terroríficas de la época dorada de horror de la Universal-, cinta que contó, además de su muy lograda dirección, con las contundentes actuaciones de Lon Chaney, Bela Lugosi, Claude Rains y Evelyn Ankers y es ahora un clásico de primer nivel dentro de la filmografía de horror, devino en una película banal, anticlimática y profundamente predecible, pero en fin, no se podía esperar más de un director mediocre como Joe Johnston, quien además amenaza con tirar al suelo los logros de Marvel al estar apuntado como director de la próxima película del Capitán América.

Contrario a su fuente, este refrito desperdicia los talentos individuales de sus actores principales (Benicio del Toro-de hueva-; Anthony Hopkins –mega soso-; Emily Blunt-desorientada-: Hugo Weaving-intragable- e incluso Geraldine Chaplin, que destruye sus antecedentes con un papel horrendo) y además, supongo en un afán de homenaje, retoma puntos de la cinta de Waggner, escrita por Curt Siodmak, para demostrar como se puede devastar un clásico cuando se conjunta un director equis con un equipo que incluye a escritores desaprovechados como Andrew Kevin Walker, quien realizó el espléndido guión de Seven, y David Self, quien supo recrear maravillosamente la historia de Lone Wolf & Cub en Camino a la perdición para realizar un verdadero filme de horror, tomando como tal no el género, si no lo aborrecible del resultado.

En fin, para pasar el trago amargo, les invito a ver algunas de las buenas películas de uno de los grandes mitos como es la figura del Hombre lobo:


La original de 1941


En compañía de lobos (1984), una oscura fantasía de Neil Jordan



Aullido, uno de los grandes logros del género:



Y Hombre lobo americano en Londres, clásico: