martes, 22 de julio de 2008

Batman: El caballero de la noche


El problema con las adaptaciones de Batman es que no se ha explorado la tremenda complejidad del personaje. Pero eso no es un secreto, como tampoco lo es que nunca veremos en la pantalla grande una adaptación fiel de las mejores novelas del personaje, como La broma mortal, Muerte en la familia, Asilo Arkham, Año uno o El regreso del caballero nocturno. Ahora hay otra verdad: si existe la justicia, Batman, el caballero de la noche, debe marcar la pauta para que las películas de superhéroes sean tomadas en serio y participen en festivales importantes en competencia y no como meros estrenos de parafernalia.
En 1986, Frank Miller contribuyó a cambiar la historia del comic definitivamente y consagrarlo ante el público general con la aparición de la miniserie El regreso del caballero nocturno, que nos presentaba a un Bruce Wayne cincuentón que al darse cuenta del estado de violencia que vive Ciudad Gótica decide ponerse de nueva cuenta el traje de Batman tras 10 años de ausencia (En una de mis secuencias favoritas, el anciano murciélago le pone la golpiza de su vida al nerd de Superman), lo cual resulta en una historia trepidante y brutalmente emocional que no encontrará igual en mucho tiempo.
Ahora, en 2008, Christopher Nolan consigue lo que anteriormente sólo se había deseado: dar un status serio a una película de adaptación de historieta, sub género que ha sobrevivido con mucha más pena que gloria en la industria cinematográfica y que –hay que decirlo- en este año ha contado con dos grandes pilares que son Iron man y Hulk. Sin embargo, Nolan se lleva la temporada y el año.
Plena en virtudes es muy complicado hallar una falla en la cinta: el guión está perfectamente estructurado; las actuaciones son un tour de force como pocas veces se ha visto; la fotografía dramatiza y se mete más allá de los ojos; la edición da los tonos precisos en una bomba de tiempo que arranca desde el minuto cero de la película; el diseño de arte es tremendo (Los espacios abiertos, la noche, los grandes ventanales, la Ciudad Gótica modernizada); la dirección es minuciosa al extremo delirante del propio personaje del murciélago. Es, en resumen, la obra maestra del comic llevado a la pantalla grande. ¿Peros? Con gusto los discutimos. Para mi, esta es la película del año.


Batman, el caballero de la noche (The dark Knight)
Dir:
Christopher Nolan, USA, 2008
Guión: Jonathan & Christopher Nolan
Fotografía: Wally Pfister
Edición: Lee Smith
Música: James Newton Howard & Hans Zimmer
Con: Christian Bale (Batman-Bruce Wayne); Heath Ledger (Joker); Aaron Eckhart (Harvey Dent); Michael Caine (Alfred Pennyworth); Maggie Gyllenhaal (Rachel Dawes); Gary Oldman (Tte. James Gordon); Morgan Freeman (Lucius Fox)

Watchmen, trailer 1


En 1986 tres acontecimientos cambiaron para siempre la industria del comic: la conclusión de Crisis en las tierras infinitas, de DC Comics, la publicación de El regreso del caballero nocturno, de Frank Miller y la epifánica aparición de Watchmen, de Alan Moore.
Ganadora del premio Hugo -uno de los más prestigiados para literatura de ficción-, enlistada entre las 100 mejores novelas de 1923 a la fecha en lengua inglesa, ganadora de cuatro premios Eisner (el más importante en el mundo de la historieta) más un montón que se siguen acumulando y reconocida por la crítica como una de las piezas fundamentales del noveno arte.
Zack Snyder, quien con tan sólo dos cintas (El despertar de los muertos y 300) ya se ganó el título de director de culto, se ha encargado de realizar la adaptación cinematográfica de esta joya, que será estrenada el 6 de marzo de 2009.
¿Qué más se puede decir? Que lo disfruten.

martes, 15 de julio de 2008

Hellboy II

Soy un fan de Guillermo del Toro. Desde Cronos, su ópera prima, que me parece lo mejor y única trascendente de esa superflua y sobrevalorada etapa que se dio en llamar Nuevo cine mexicano. Su manera de abordar las historias, la imaginería para la creación de mundos y seres fantásticos es algo que en verdad me satisface como espectador. Pero todo tiene sus límites, y Hellboy II es uno de ellos.
Dicho sea de paso, también soy fan de Mike Mignola, el creador de Hellboy, un autor que es tan bueno para escribir historias como para ilustrarlas y aparte del enorme demonio rojo, ha entregado comics excelentes con personajes como Diabólico, Wolverine y Batman como protagonistas.
Hellboy II, El Ejército Dorado supone, sin embargo, una decepción si tomamos en cuenta la trayectoria de ambos creadores. Contrario a la espléndida primera parte -considerada como de las más fieles adaptaciones del comic al cine-, en esta todo se vuelve flojo a excepción del aspecto visual, que continúa siendo una maravilla. Por eso me sorprenden las reseñas que he encontrado hasta ahora, que en más del noventa por ciento se dedican a alabar de la cinta méritos que sinceramente no encuentro, incluso el tema de la paternidad, presente en toda la filmografía de Del Toro, es abordado aquí de una manera ramplona.


Se trata del mismo equipo creativo, en el que se encuentran muchos nombres importantes y probados del cine en general, ¿Qué diablos pasó entonces? No se, una serie de cosas debieron conjuntarse para que todo se vea flojo, frágil, desganado. Las caracterizaciones de los personajes principales (En particular Abe Sapien y la pistola El samaritano) se modificaron para mal, pese a que, como lo mencioné líneas arriba, todo lo que envuelve al aspecto visual es lo más logrado y quedarán para la memoria el Mercado Troll, el duende sin piernas y el ángel de la muerte. El villano de la cinta, Nuada y su hermana Nuala (obvia referencia a la serie de comics Sandman, de Neil Gaiman) parecen como integrantes de un grupo Goth, el Hellboy niño es horrendo y la historia, que pretendía integrar mitos y leyendas de diversas partes del mundo, así como la literatura de Lord Dunsany, no termina nunca de amarrarse ni contiene un sólo punto climático. Eso si, hay mucha acción, pero ojo, eso no implica clímax de ninguna manera.
Hace poco me enteré también que Jesús Ochoa haría el doblaje de la voz de Hellboy en español con cierto toque norteño, lo cual me horrorizó por la simple idea, aunque luego de ver la película comprendí que eso fue completamente apropiado, pues al parecer Mignola y Del Toro decidieron dejar atrás el humor negro del comic original para emparentarlo con el humor de la barra de comedias de Televisa. Pero al espectador simple seguro le agradará eso.
Me sabe amargo el resultado y me quita las ganas de que se realice una tercera parte. Al mismo tiempo debo señalar que no pierdo en absoluto mi fe en Guillermo del Toro y se que pronto habrá de darnos una buena nueva que hará olvidar este tropezón en su carrera.