martes, 15 de julio de 2008

Hellboy II

Soy un fan de Guillermo del Toro. Desde Cronos, su ópera prima, que me parece lo mejor y única trascendente de esa superflua y sobrevalorada etapa que se dio en llamar Nuevo cine mexicano. Su manera de abordar las historias, la imaginería para la creación de mundos y seres fantásticos es algo que en verdad me satisface como espectador. Pero todo tiene sus límites, y Hellboy II es uno de ellos.
Dicho sea de paso, también soy fan de Mike Mignola, el creador de Hellboy, un autor que es tan bueno para escribir historias como para ilustrarlas y aparte del enorme demonio rojo, ha entregado comics excelentes con personajes como Diabólico, Wolverine y Batman como protagonistas.
Hellboy II, El Ejército Dorado supone, sin embargo, una decepción si tomamos en cuenta la trayectoria de ambos creadores. Contrario a la espléndida primera parte -considerada como de las más fieles adaptaciones del comic al cine-, en esta todo se vuelve flojo a excepción del aspecto visual, que continúa siendo una maravilla. Por eso me sorprenden las reseñas que he encontrado hasta ahora, que en más del noventa por ciento se dedican a alabar de la cinta méritos que sinceramente no encuentro, incluso el tema de la paternidad, presente en toda la filmografía de Del Toro, es abordado aquí de una manera ramplona.


Se trata del mismo equipo creativo, en el que se encuentran muchos nombres importantes y probados del cine en general, ¿Qué diablos pasó entonces? No se, una serie de cosas debieron conjuntarse para que todo se vea flojo, frágil, desganado. Las caracterizaciones de los personajes principales (En particular Abe Sapien y la pistola El samaritano) se modificaron para mal, pese a que, como lo mencioné líneas arriba, todo lo que envuelve al aspecto visual es lo más logrado y quedarán para la memoria el Mercado Troll, el duende sin piernas y el ángel de la muerte. El villano de la cinta, Nuada y su hermana Nuala (obvia referencia a la serie de comics Sandman, de Neil Gaiman) parecen como integrantes de un grupo Goth, el Hellboy niño es horrendo y la historia, que pretendía integrar mitos y leyendas de diversas partes del mundo, así como la literatura de Lord Dunsany, no termina nunca de amarrarse ni contiene un sólo punto climático. Eso si, hay mucha acción, pero ojo, eso no implica clímax de ninguna manera.
Hace poco me enteré también que Jesús Ochoa haría el doblaje de la voz de Hellboy en español con cierto toque norteño, lo cual me horrorizó por la simple idea, aunque luego de ver la película comprendí que eso fue completamente apropiado, pues al parecer Mignola y Del Toro decidieron dejar atrás el humor negro del comic original para emparentarlo con el humor de la barra de comedias de Televisa. Pero al espectador simple seguro le agradará eso.
Me sabe amargo el resultado y me quita las ganas de que se realice una tercera parte. Al mismo tiempo debo señalar que no pierdo en absoluto mi fe en Guillermo del Toro y se que pronto habrá de darnos una buena nueva que hará olvidar este tropezón en su carrera.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido contigo, deja un mal sabor de boca la película. A mi principalmente no me agradaron las actuaciones, las tornaron más simplonas.

*Packo*