miércoles, 28 de mayo de 2008

Persépolis





Los comics autobiográficos o vinculados a una experiencia real de su creador regularmente nos conducen por caminos tortuosos y expiatorios, pero suelen también ser –cuando son bien realizados- bastante gratos por la manera en que evocan situaciones que pueden remitirnos a experiencias propias.
En Persépolis, Marjane Satrapi muestra su vida a partir del ambiente revolucionario de Irán durante su infancia, mientras explotaba la revolución islámica, pasando por su adolescencia en Viena, el regreso a casa en un país totalmente ajeno y la vuelta al exilio en los años 90. El comic se publicó en cuatro tomos que recibieron ovaciones por parte de la crítica especializada y trascendieron más allá del círculo del arte secuencial, de manera que en 2007 la autora junto a Vincent Paronnaud, también autor de comics que ya había incursionado tras la cámara con el cortometraje Raging Blues, de 2004, realizó una adaptación cinematográfica poderosamente conmovedora de su obra.
Bastante apegada a la estética de la novela gráfica, la cinta ofrece una riqueza visual que impresiona por su sencillez de blanco y negro casi en alto contraste con algunos toques más bien de la técnica del aguado en tinta y tres hermosas escenas a color que nos conducen al pasado de la historia. Estéticamente no se le puede criticar nada.
De igual manera el guión se va desenvolviendo con una ligereza natural que nos hace sentir verdaderos testigos extradiegéticos en la vida de Marjane, desde la pequeña fanática de Bruce Lee que gritaba consignas contra el Sha hasta la bella mujer melancólica en que se transforma hacia el final; aunque quien le busque podrá encontrar aquí un vago argumento para criticar dadas las múltiples referencias pop ochentenas que envuelven a la vida de la protagonista. Cosa menor y, a mi gusto, plenamente justificada.
Las traslaciones de novela gráfica a la pantalla grande, por otro lado, han tenido pocos encuentros afortunados hablando del contexto integral de la obra, me parece que desde Ghost in the shell 2: Innocence, de Mamoru Oshii (2004) no veía algo que englobara lo mejor de ambas artes. Habrá quien lo tome a exageración pero sí, me parece una obra maestra en todos los sentidos, hay que verla para ver si comparten esta idea.

Persépolis compitió este año por el Oscar contra buenas cintas animadas y finalmente fue vencida por la también muy disfrutable Ratatatouille, a pesar de ello los lerdos distribuidores no le han dado un espacio para corrida comercial en México, pero afortunadamente está incluida dentro del circuito del foro de la Cineteca, que en San Luis Potosí se presentará del 13 al 24 de junio.

Para quien se interese en la novela gráfica, esta fue editada en español por Norma (en España) y para saber más de la novela y la cinta les recomiendo visitar la Guía del comic, la página oficial de la película, y los clásicos Wikipedia e IMDB.

Y si se clavan en los comics autobiográficos, definitivamente no deben dejar de buscar Maus, de Art Spiegelman; Our Cancer Year, de Harvey Pekar , I never liked you, de Chester Brown o Safe Area:Gorazde de Joe Sacco.

La película la pueden conseguir además de con su pirata “de arte” de confianza, en e-Mule, donde hay una versión bastante buena doblada al español de España y en Amazon con el audio original que incluye las voces de Chiara Mastronianni y Catherine Deneuve.

Finalmente, les dejo una página de la historieta, el cartel original y


Una secuencia breve pero maravillosa: uno de los encuentros de Marjane con el Dios que tiene cara de Carlos Marx.