martes, 28 de octubre de 2008

Maratón de horror

Como resultado de un proyecto que por el momento se ha visto aplazado, me pidieron que programara un maratón de cine de horror para estas fechas en que la banalización de la tradición céltica dio pie a que los norteamericanos instituyeran el halloween, extendido ahora a gran parte del mundo. Lo único bueno del asunto es que la celebración da pie a exaltar el cine de horror. Luego de voltearme la cabeza un rato y con la idea fija de que toda selección sería terriblemente exclusiva, me incliné por escoger cuatro obras de países cuya producción es representativa para la historia del género (y si, también así me faltaron varios), el resultado se presentará en el Cine Teatro Alameda de la Ciudad de San Luis Potosí, en México, el próximo 31 de octubre a partir de las 6 de la tarde.
Los no invitados
(4 Inyong shiktak) Dir. Lee Soo-youn
Corea del sur, 2003

Adquirí esta cinta no tan animado por el hecho de ver otra historia de fantasmas orientales, como para despejar la duda de por qué tras año y medio de lectura de guiones después de hacer My sassy girl, la hermosa Jun Ji-Hyun (aquí en los créditos como Gianna Jun) se había inclinado por esta propuesta. Y el resultado es obvio, una cinta lenta, pero muy consistente que nos mete la melancolía a la par que el miedo en las venas. Corea del sur, lo digo abiertamente, debe ser nombrada a la brevedad como la nueva Meca del cine.
Les dejo un fragmento que, como toda la película, no puede ser sino descrito como de escalofriante belleza:



Alucarda, la hija de las tinieblas
Dir. Juan López Moctezuma
México, 1975

¡Oh, Alucarda! Satanismo, blasfemia, desnudez, nunsploitation, delirio y el movimiento pánico llevado a terrenos donde Jodorowsky no se hubiera atrevido. Esta es defintivamente una de las joyas de la corona del horror en México, pese a que precisamente aquí la obra de López Moctezuma ha sido pobremente difundida, seguramente porque para la industria mexicana (o lo que quedaba de ella) su cine resultaba excesivo. En You tube encontré este trailer casero -muy bueno, vale decirlo- en el que incluso se les olvida doblar las voces durante un momento:




Las siete puertas del infierno
(E tu vivrai nel terrore / L'aldilà) Dir. Lucio Fulci
Italia, 1981

La mejor película de Lucio Fulci cuenta la historia de una desafortunada mujer que hereda un hotel... construido sobre una de las siete puertas del infierno. Con esta base, el maestro italiano se prodiga en escenas horrendas y de una violencia tal que ha sido motivo de censura en varios países, y eso sin contar su final surrealista y desolador.



El despertar del diablo
(Evil dead / book of the dead) Dir. Sam Raimi
USA, 1980

Desde mi punto de vista, LA obra suprema del gore. Sam Raimi demostró que una cinta de horror extrema podía presentar un planteamiento estético de altura; que el gore va unido a la comedia de una forma bizarra; que con un presupuesto ridículo se puede hacer algo creíble y visualmente impresionante y que una cinta de género puede generar culto aún entre los más puristas. Entre otras virtudes.



jueves, 16 de octubre de 2008

Los ladrones viejos

La noche del lunes 13 de octubre una noticia en apariencia menor, la detención de un ladrón a domicilio, llamó la atención de algunos televidentes a quienes sorprendió la historia de un personaje que había asaltado, entre muchos otros, a dos de los ex presidentes recordados con más repudio de México, otros pudimos reconocerlo facilmente, se trataba de El Carrizos, personaje central del documental Los ladrones viejos, de Everardo González, que hace poco se estrenó en video.

Lo detuvieron in fraganti y se le acusa de robo con violencia, algo que contrasta por completo conn el código de ética personal que comenta en la película, quien sabe si la acusación sea cierta, pero por haberle despojado un poco de lomucho que nos quitaron a varios políticos despreciables merece antes que juzgarlo, ser condecorado.

Everardo González, quien demostró gran capacidad para contarnos la cotidianeidad de personajes entrañables con sus andanzas en la pulquería La Pirata dentro de su ópera prima La canción del pulque, de 2003, repite el encanto con mejores resultados en este documental donde cinco ancianos narran con nostalgia los tiempos en que hasta dentro de los ladrones había clases: sus códigos de honor; el paso por las calles de la Ciudad de México; la convivencia con su gente; la omnipresente corrupción policiaca.

Como suele suceder, Los ladrones viejos no ha tenido una corrida comercial adecuada en el interior del país -en San Luis Potosí ni siquiera se ha anunciado- pese a los múltiples reconocimentos con que ha sido galardonada y la fuerte atracción que ejercen sus personajes hacia el espectador desde los primeros minutos, como sucede con la personalidad de Efraín Alcaráz, El Carrizos, misma que se ve reflejada de nuevo en el desparpajo mostrado ante las cámaras que le rodeaban como a una estrella del espectáculo en esta su reciente detención, como testimonia una nota aparecida en el diario La Jornada (redactada de una manera bastante sangrona, cabe decir), que en un párrafo dice:
Esta extensión del documental fuera del celuloide tuvo lugar el pasado martes, en la sala de prensa de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, donde un reportero de televisión reconoció al famoso ladrón y le preguntó por qué había caído tan bajo si llegó hacer el Rey de los Zorreros, a lo que respondió: “me deberías de pagar por la entrevista”. El reportero le preguntó cuánto cobraba, y El Carrizos dijo: “Si son preguntas tan pendejas como las que me estás haciendo, gratis”.

Nunca es lo mejor que una película llame la atención por causas exteriores a su propio valor artístico, sin embargo y dada la eterna sombra siniestra de distribuidoras y exhibidoras mexicanas, ojalá que el caso Carrizos sirva para que la gente se asome a esta obra cinematográfica. Los ladrones viejos se puede conseguir facilmente en DVD en tiendas de video. Les dejo aquí un texto publicado en Excelsior donde González habla del génesis de esta cinta y finalmente, el trailer de la misma y un extracto, la parte donde El Carrizos cuenta el asalto a la casa del genocida Luis Echeverría: