miércoles, 12 de diciembre de 2007

My Sassy Girl

En su centésimo día juntos, Kyun Woo se adentra encubierto al colegio de mujeres, lleva grandes lentes oscuros, cubrebocas, gorra con la visera baja y una lonchera en la mano. Abre la puerta del auditorio y todas las presentes voltean a verlo, acrecentando su vergüenza. Entonces comienza a sonar el Cánon en Do mayor de Pachebel, Ella lo está interpretando. Kyun se descubre, saca una rosa de la lonchera y se acerca al escenario, sube y le entrega la flor a la joven, Ella la toma con una expresión de profundo amor melancólico, en una de las escenas más emotivas de My Sassy Girl.
Aunque a estas alturas ya suena más bien a lugar común decirlo, es innegable que hoy en día una de las cinematografías más interesantes, sanas y de mayor potencial es la de Corea del Sur, a pesar de que ello no sea algo que se sepa abiertamente por el gran público occidental y más específicamente por el americano, donde las cintas provenientes de este país aún llegan a cuentagotas, lo cual es una lástima.
La producción surcoreana resalta entre las cinematografías asiáticas porque, como no sucede en otra parte del mundo (mmm, no, creo que ni en la India), la gente consume principalmente el cine que se genera dentro del país antes que lo del resto del mundo, incluso por encima del cine de Hollywood. El por qué tiene una explicación complicada que no me voy a detener a analizar, pues requeriría de una labor enciclopédica, pero les recomiendo leer el artículo acerca del cine coreano actual que se publicó en el sitio dvdenlared donde se da un vistazo muy completo al tema; sin embargo, hay que destacar que dentro de ese éxito tiene una fuerte importancia la amalgama que los cineastas surcoreanos han hecho de los géneros tradicionales: yuxtapuestos, reinterpretados, mezclados, vueltos a inventar.
De esa manera, lo más fácil sería decir que My sassy girl es una comedia romántica y no se estaría muy equivocado en ese encasillamiento; sin embargo, el director Kwak Jae-young optó por contar una historia de amor usando elementos diversos con el fin de crear en cine una imagen más cercana a la crudeza de una relación humana a partir de la serie de cartas electrónicas en que Kim Ho-sik -el autor- relató su propia historia para después editarla en forma de libro, que por cierto se convirtió en best seller.
La película se divide en dos partes. En la primera conocemos el génesis de la relación entre Kyun Woo (Cha Tae-hyun) y la indescriptible mujer completamente alcoholizada que salva en una estación del metro, La chica alocada (así es más o menos la traducción) y sin nombre que se convertirá en objeto de su devoción. La fuerza de ambos personajes se deja sentir desde el inicio, de manera que el resto de los actores se convierten únicamente en resortes para potenciar las actuaciones de los protagonistas, quienes enfrentan un reto histriónico que de ninguna manera podrían ni siquiera pensar en desarrollar los actorcetes de las insulsas comedias románticas que nos recetan semana a semana las salas comerciales de esta parte del mundo. En tanto el carácter de Kyun Woo se va adaptando a la forma de ser de la mujer que ama a cualquier precio, la dama en cuestión tiene una gama de caracteres que bien puede abarcar un tratado de sicología descifrar, aunque una cosa es patente: es absolutamente adorable.
El maestro Georges Perrós escribió que amar es darle a alguien el derecho, cuando no el deber, de hacernos sufrir y eso es lo que hace el buen Kyun Woo. En la segunda parte la relación tiene una transformación importante y el tono de la película cambia en consecuencia, de una manera sutil, hacia el melodrama, pero el de altos vuelos, como ya no se hacen y todo ello sin perder el enfoque del público juvenil al cual está dirigida la cinta. Al final el director nos conduce por uno de los caminos más extraños del amor: el de las coincidencias. De pronto sucede que la mujer (o el hombre, según sus gustos) de nuestra vida ha vivido casi en la siguiente puerta y no la encontramos hasta un momento determinado en que irán surgiendo todas las anécdotas personales -y sin saberlo compartidas- que se conjugaron para el momento del encuentro. Pero bueno, ya no digo más o les voy a revelar la sorpresa, mejor disfrútenla por ustedes mismos.
Finalmente, la base de la historia en My sassy girl no es la coincidencia, aunque ella está presente de manera latente en la relación que entablan los protagonistas, el joven Kyun Woo y la hermosa mujer sin nombre, a partir de un coincidente –y poco ortodoxo- encuentro en el metro. Todo lo demás, es cine de la mejor manufactura.
Hollywood amenaza con estrenar un remake en unos meses, y dadas las malas experiencias con los refritos de películas orientales con que atacan nuestra inteligencia últimamente, lo más recomendable es aprovechar y ver la versión original, en eMule hay una buena versión con subtítulos en español y el director’s cut con subtítulos en inglés.

El primer encuentro de Kyun-woo y la hermosa joven sin nombre




My sassy girl (Yeopgijeogin Geunyeo). Corea del sur, 2001
Dirección: Kwak Jae-Young
Guión: Kwak Jae-Young, basado en el libro de Kim Ho-Sik
Producción: Chul Shin
Fotografía: Kim Sung-Bok
Música: Kim Hyun-Seok
Edición: Kim Sang-Beom
Con: Cha Tae-Hyun (Kyun-woo), Jun Ji-Hyun (Ella), Han Jin-Hie (padre de ella), Huyn Sook-Hee (la madre de ella), Kim In-Mun (el padre de Kyun-woo), Yam Geum Seok (tía de Kyun-woo)

1 comentario:

El Mai dijo...

híperchingonsísima la movie. Junto a "The Usual Suspects", la única película que he visto dos veces seguida sin ningún problema.

Tan buena la comedia romántica que no se dan un beso en toda la película.

Saludos desde los dominios de El Mariscal Bisteces