miércoles, 6 de febrero de 2008

...Era de Nogal el Santo


Cuando se habla de la filmografía de Santo, el Enmascarado de Plata, es casi obligatorio mencionar un puñado de títulos que son considerados como los clásicos, mientras que el resto de las cintas del legendario luchador mexicano es relegado a funciones furtivas en la televisión, con lo que la apreciación del público en torno a la figura se ve muy limitada. Dos de estos títulos medio olvidados son los que hoy nos ocupan: Santo contra Capulina y El Hacha Diabólica.



La constante presencia de Carlos Suárez como “secretario” del enmascarado conformaba la parte cómica de sus aventuras, pese a su fisonomía y pasado como luchador, Suárez cumplía el papel del patiño temeroso, glotón y torpe que buscaba motivar la risa del respetable. A fines de los años sesenta, cuando se comenzó a estilar el incluir otra figura del cine o la televisión como refuerzo para asegurar la taquilla en las películas de luchadores, Santo recibió la oferta de trabajar con uno de los cómicos más exitosos de México, Gaspar Henaine, Capulina, cuyo humor se basaba en parecer infinitamente tonto pero noble, el resultado final fue una psicotronía delirante llamada Santo contra Capulina.
La película, dirigida por René Cardona padre con guión de Alfredo Zacarías, es un completo homenaje al desparpajo. Zacarías, guionista habitual de Capulina, escribió una historia en la que el comediante lleva ventaja protagónica al grado que Santo ni siquiera se ve luchando arriba del ring, como era costumbre (!), y su rol es más cercano a un detective policiaco cuya investigación lo lleva a enredarse en el camino de Capulina, un velador desobligado que por quedarse dormido en su trabajo no se da cuenta de un robo en proceso que, obviamente, es detenido por intervención de Santo. Resulta que los ladrones querían llevarse un par de cajas con vajillas que entre la cerámica escondían un cargamento de diamantes (¡!). Después, Santo es tentado por una hermosa mujer en bikini que resulta ser un robot explosivo, igual que un luchador que en el gimnasio parece invencible y Capulina, que es suplantado por un robot hasta que el verdadero Capulina lo descubre y se hace pasar por el robot (¡¿!?) y… bueno, al final ganan los buenos.



Mucho más seria en contenido es El Hacha Diabólica, dirigida por José Díaz Morales –cuya extensa filmografía no guarda nada memorable salvo las películas que hizo con Santo- a partir de un guión de Fernando Osés, el verdadero genio tras el cine de luchadores en general y las cintas del Santo en particular. La historia que se relata es de corte gótico, o más bien, en la mejor tradición de las Leyendas de la Colonia, con un aire de maldad satánica e inagotable amor a través de los siglos. En medio de una lucha contra el temible Lobo Negro, Santo es atacado en pleno cuadilátero por un enmascarado que porta un hacha y antes de verse rendido desaparece ante los ojos del aterrado público y nuestro desconcertado héroe. Como los ataques prosiguen, el Enmascarado de Plata consulta al Doctor Zanoni y entre ambos develan una parte escondida del origen del traje y la máscara de plata, pero para ir a fondo el Doctor envía a Santo al siglo XV, donde descubrimos que en el fondo de la historia se encuentra el amor que tanto el antepasado del Santo como el encapuchado negro sienten (¿y quien no?) por Lorena Velázquez, quien interpreta a Doña Isabel de Arango. Cuando esta niega sus favores al oscuro caballero, este invoca al demonio Ariman, quien le concede poderes oscuros para derrotar a su enemigo, en tanto que el caballero bueno acude con el sabio Abraca (tienen que ver la escena incluida en esta entrada), quien lo aprovisiona del traje y máscara plateada. El Encapuchado Negro secuestra a Doña Isabel y Santo no consigue rescatarla con vida, por lo que decide retirarse a la vida monacal (Cómo le hace entonces para tener descendencia es un misterio sicalíptico que aquí no nos toca descifrar). De regreso al presente, la novia del actual Santo también ha sido secuestrada y al ir a su rescate tenemos el encuentro final, que verdaderamente es de antología, supongo que no hace falta decir quien triunfa.
Las mujeres vampiro; El Tesoro de Drácula; Las momias de Guanajuato son tal vez los primeros títulos que nos vienen a la mente cuando nos preguntan por películas del Profe, pero vale la pena rescatar del olvido el resto de sus filmes como merecido homenaje al único superhéroe de carne y hueso que ha conocido este mundo.

El Hacha diabólica se puede conseguir en eMule y probablemente aún se encuentra una edición (gringa al parecer, para variar) en DVD, Santo contra Capulina fue editada hace poco por Laguna Films y viene en doble presentación con Santo contra los cazadores de cabezas.

El blog Pan y cine contiene sinopsis y comentarios de un amplio número de películas del Santo. En La tetona de Fellini hay un excelente artículo sobre el cine del enmascarado y hace un tiempo escribí una exposición de motivos donde justifico porque Santo debería estar en la Rotonda de los Ilustres.

El Hacha Diabólica. México, 1964
Director: José Díaz Morales
Guión: Fernando Osés y Rafael García Travesí
Con: Santo, el Enmascarado de Plata; Lorena Velázquez (Isabel de Arango); Fernando Osés (Encapuchado Negro); Mario Sevilla (Abraca. Dr. Zanoni)


Santo contra Capulina. México, 1968
Director: René Cardona
Guión: Alfredo Zacarías
Con: Santo, el Enmascarado de Plata; Gaspar Henaine Capulina (Capulina); Crox Alvarado (jefe de policía); Carlos Agosti (Cedric); Liza Castro (hija del científico); Nathanael León Frankestein (Ladrón); Juan Garza (Ladrón)

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