Con
la envidia que me provoca el no poder ir a todos los festivales de cine de
horror que se realizan en México, donde seguramente se pudieron ver cintas que
podrían estar en esta lista, va mi recuento de lo que este año se pudo ver por
mis rumbos en torno al género más preciado para mí, con todo y lo que me hace
sufrir. Ordenadas de lo peor a lo mejor.
Juegos diabólicos (Poltergeist. Gil
Kenan, USA 2015)
Si
se busca una muestra de cuan innecesarios son los remakes y reboots, Kenan da
una clase magistral; la torpeza de su dirección, que tiene su base en el “guion”
de cuatro mentes oligofrénicas, lo único que consiguen son varios de los momentos
más estúpidos del cine.
The human Centipede III (Final
sequence) (Tom Six, USA 2015)
Aquí
lo único que se puede hacer, es agradecer que el subnormal de Tom Six haya
concluido su estúpida trilogía, y rezar, aunque uno no sea creyente, para que
no vuelva a filmar en su vida.
Está detrás de ti (It Follows. David
Robert Mitchell, USA 2014)
Premisa
elemental hasta para el más lerdo o experimental de los creadores: si vas a hacer
una película de terror, tiene que provocar miedo. Los multicitados valores
estéticos de la cinta se pierden por su premisa tan barata, el sexo como causal
de maldiciones sobrenaturales ya fue sobreexplotado en los años ochenta y ahí
debió quedarse, igual que las referencias al cine de horror oriental, aquí
malbaratadas con un fallido cuasi fusil de Shutter (Banjong Pisanthanakun y
Parkpoom Wongpon, Tailandia, 2004) mezclado con un ente que es cinco veces más
lento que las momias que perseguían a Santo, el enmascarado de plata. Para el
olvido.
Otro
que ya debería dejar de filmar por el bien de la humanidad. Siempre se
recordará la genialidad de La cabaña sangrienta (Cabin Fever, 2002) y Hostal (2005),
pero ya, ahí quedó su gracia. Este año se estrenaron su producción El payaso
del mal (Clown. John Watts, USA 2014) y sus cintas Lado oscuro del deseo (Knock
Knock, USA 2015) y Caníbales (The Green inferno, USA 2015), a cual más de pena
ajena. Caníbales se deja ver por su fotografía y diseño de producción, pero en
fuera es un eficaz vomitivo.
Sharknado 3: Oh hell no! (Anthony C.
Ferrante, USA 2015)
Si,
ya se, van a decir que aquí perdí cordura, pero Ferrante sigue exprimiendo muy
bien una premisa tan simplona como tiburones que atacan en medio de tornados. Se
ha anunciado la parte 4, también producida directamente para aparecer en
Netflix, lo que es un tema sumamente rico para analizar.
Zombeavers (Jordan Rubin, USA, 2014)
Castores zombies,
¿Se necesita decir más? Por supuesto que no, ¡son castores zombies!
Wyrmwood (Kiah Roache-Turner, Australia
2014)
La
anuncian como una mezcla de Mad Max con The Night of The Living Dead… y es
cierto. Giros absolutamente inesperados que recuerdan a Undead (Michael y Peter
Spierig, Australia, 2003) con una originalidad absoluta que da harto gusto-
Lo que hacemos en las sombras. (What we
do in the shadows. Jemaine Clement y Taika Waititi, Nueva Zelanda, 2014)
Un falso
documental que retoma los tópicos más comunes del vampirismo de un modo
magistral e hilarante
México bárbaro
Colección
de cortometrajes que hablan de la magnífica condición del género en México,
ocho tramos que van de lo fantasmagórico al gore extremo con notable salud. Me
detuve a pensar en los mejores, pero de verdad no puedo decidirme.
(Sangre de mi sangre) Musarañas. Juanfer
Andrés, Estéban Roel, España 2015
Una joya;
Macarena Gómez y Luis Tosar en su mejor momento, Nadia de Santiago una
revelación. Un guion espeluznante, una dirección trepidante, una historia que
marca a la perfección la vida en España durante el franquismo.
Una chica vuelve sola a casa de noche.
(A girl walks home alone at night. Ana Lily Armimopour, USA 2014)
Hay
una belleza indescifrable en esta cinta. Los pocos planos que la componen
tienen en sí una hermosura contundente que
juega con nuestra mente para decodificarla en su sencilla grandeza. Es la
película más retro contemporánea que haya visto,
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