Uno
de los grandes placeres cinéfilos es volver con cierta frecuencia a películas
vistas a lo largo de la vida, y hacerlo ya sea por cuestiones laborales o por
mero goce, por la fascinación que siguen ejerciendo en uno y la re confirmación
del amor al séptimo arte. Revisando mi diario del año en Letterboxd pensé en
hacer una pequeña lista para compartir y recomendar, aprovechando que en estas
fechas pasan la peor programación posible en la televisión; que mejor que
invertir el tiempo recordando o descubriendo estas joyas. Selecciono aquellas
que son fáciles de conseguir y no incluyo otras que obsesivamente vuelvo a ver
tantas veces al año que no me creerían la frecuencia, como El Padrino I y II o Los
Caifanes.
Fresas salvajes
Smultronstället.
Ingmar Bergman. Suecia 1957
El
viejo y solitario profesor Borg viaja a Estocolmo para recibir un
reconocimiento por su trayectoria. El camino estará poblado de sueños, de
recuerdos y revelaciones sobre su persona, es una travesía para reencontrar su
alma. Una de las películas más “ligeras” de Bergman en el sentido del
planteamiento lineal de su historia, sin embargo a la vez una de las más
complejas si nos detenemos a contemplar e interpretar paso a paso la reflexión
propia del director acerca de la vida y la muerte.
La fiesta
inolvidable
The
party. Blake Edwards. USA 1968
Hrundi
V. Bakshi, interpretado por Peter Sellers, es un actor cuyas cualidades
histriónicas son nulas, por esto se gana el rencor del productor de la película
que estaba filmando, pero es invitado por error a una exclusiva fiesta en la
casa del mismo mismo, con las previstas consecuencias: zapatos y codornices –ya
cocinadas- que vuelan, camareros borrachos, alberca y hasta un elefante en la
fiesta más divertida jamás filmada. Tal vez la mejor película de la dupla
Edwards-Sellers.
La noche de la
iguana
The
night of the Iguana. John Huston. USA 1964
Un
pastor norteamericano expulsado de su congregación termina de chofer de
camiones para turistas en Puerto Vallarta, México. Presa del alcoholismo debe
enfrentarse a un nuevo viaje en el que lidiará con un grupo de solteronas
puritanas, una jovencita seductora, una pintora trashumante y una hostelera mordaz.
Si el nombre del director no les es suficiente, agreguen a Richard Burton, Ava
Gardner, Deborah Kerr y la fotografía de Gabriel Figueroa.
La profecía
The
omen. Richard Donner. USA 1976
Si
algo supo hacer bien Donner en su carrera es el cine de mero entretenimiento, y
le salía bien, igual que las series de tv (a él le debemos momentos memorables
de El superagente 86 y La isla de Gilligan). La profecía no es sólo su filme
más logrado, sino uno de los mejores de terror del cine norteamericano. La actuación
de Harvey Stephens como el niño que es la encarnación del Anticristo es
memorable… y aún escalofriante.
La última noche
de Boris Grushenko
Love
& Death. Woody Allen. USA 1975
La
mejor comedia de Woody Allen y ya con ello no habría más qué decir, si tuvieran
que creerme a mí. Pero el mismo Allen lo ha dicho. Una locura en la que se
mezclan dos pasiones y constantes allenianas: la literatura rusa clásica y el
cine de Ingmar Bergman.
Lake Tahoe
Fernando
Eimbcke. México 2005
Juan
trata de huir del dolor y el sinsentido de su vida familiar y en el camino se
encuentra con otras personas y otros mundos, a la manera de un Principito
existencialista. Con un sentido del humor más críptico que el de Temporada de patos, Eimbcke reflexiona
sobre la muerte y las relaciones interpersonales de una manera brillante.
Los siete samuráis
Sichinchin
no Samurai. Akira Kurosawa. Japón 1954
Una
historia épica como pocas se han filmado, todo en ella es grandeza, ya sea
visto desde el punto de vista de la calidad artística o de la epopeya de
acción. Un disímbolo grupo de samuráis trata de proteger una pequeña aldea del
acoso de una banda de ladrones. Una película que ha influenciado a los mejores
directores de la segunda mitad del siglo XX y sigue vigente.
Río rojo
Red
River. Howard Hawks. USA 1948
Uno
de los grandes westerns y una oda a la insensatez. Tras la guerra de secesión
un duro vaquero –John Wayne, quién si no- se aventura a mover diez mil cabezas
de ganado de Texas a Missouri. Un filme que capta la esencia de un género y un
creador no habituado a este. Y un entretenimiento que da emociones a cada
momento.
Tierra, la
película de nuestro planeta
Earth.
Alastair Fothergill y Mark Linfield. UK 2007
La
vuelta al mundo en cuatro estaciones. La mejor de las películas en favor de la
ecología que se ha filmado a la fecha, libra con habilidad el fatalismo y nos
lleva a una seria reflexión sobre nuestra relación con la naturaleza sin
maniqueísmos, aunque no exenta de momentos conmovedores y divertidos. Un documental
que debemos reflexionar y –sobre todo- mostrar y poner como ejemplo y argumento
a las nuevas generaciones, a quienes van a heredar el planeta.
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