jueves, 11 de enero de 2007

Crimen por muerte


Desafortunadamente, las parodias han sido en buena medida un refugio más para la falta de talento de los guionistas hollywoodenses, habituados a conseguir la chuleta por medio de la vil copia de cosas ya realizadas, lo que con frecuencia redunda en malos fusiles de algo antemano malhecho.
Sin embargo, este de subgénero ha dado también excelentes películas. El secreto parece fundamentarse en no solamente repetir fórmulas hechas, sino contar con todos los elementos disponibles en torno a aquello a ser reinterpretado hasta volverlo inteligente y disfrutable. De hecho, es lo que se puede percibir por parte del maestro Neil Simon en el guión para Crimen por muerte (1976): un dominio previo de la literatura y el cine de detectives traducido en una obra muestra de erudición en la materia, con lo cual abrió las posibilidades de disfrute del público.
Crimen por muerte es una película poco conocida en México, de hecho no existe en el país una edición de la misma en DVD, lo cual es una lástima, pues se trata de una comedia de altos vuelos cuyo valor debería ser re considerado. El argumento es el siguiente: Los mejores detectives del mundo han sido invitados a cenar a la mansión del excéntrico potentado LionelTwain, quien a medio banquete anuncia a sus invitados que uno de los presentes será asesinado en punto de la medianoche. Quien resuelva el caso (o sobreviva) para el amanecer, será recompensado con un millón de dólares.
Si ya de entrada el hecho de haber sido escrita por Neil Simon, uno de los grandes guionistas del siglo XX, resultaba alentador para ver esta cinta, el casting aseguraba la calidad del trabajo, el reparto se nutre con la presencia de actores de la talla de Peter Sellers; Alec Guinnes; James Coco; Elsa Lanchester y hasta el mismísimo Truman Capote, quien por cierto brinda una excelente actuación.
Los personajes, con excepción de los interpretados por Guinnes, Capote y Nancy Walker -quien hace a una genial sordomuda-, son parodias de celebres detectives de la literatura (Sellers da vida a Sydney Wang, versión de Charlie Chan, de Earl Derr Biggers; Peter Falk es Sam Diamond, un presunto Sam Spade, el personaje de Dashiell Hammett; David Niven y Maggie Smith interpretan a Dick y Dora Charleston, parodia de Nick y Nora Charles, también creados por Hammett; James Coco es Milo Terrier, el famoso Hercule Poirot de Agatha Christie, en tanto que Elsa Lanchester interpreta a Miss Marble, evidentemente la Miss Marple de la mencionada autora de suspense) cuyas habilidades mentales son puestas en entredicho con el enigmático caso a enfrentar; de ahí parten la pseudos filosofía expresada por Wang cada que abre la boca, la excesiva flema británica de Dick y Dora, la dureza de Sam Diamond, quien no muestra piedad ante nada con su verborrea irónica y la clásica situación de la casa cerrada llena de sospechosos que se van descartando uno a uno, aunque aquí, por el contrario, vamos descubriendo en cada uno de los invitados razones para despacharse al anfitrión.
Volviendo a lo comentado líneas arriba, Simon realizó el guión a partir de su amplio conocimiento de las novelas de detectives; mas eso no implica que si el espectador no sabe nada al respecto, no vaya a disfrutar de la película, pero probablemente la gozará más mientras más conozca, así por ejemplo, el gag donde Peter Sellers se confunde en cuanto al origen oriental de su personaje resulta divertido por si solo, aunque no sepamos que Charlie Chan, el detective oriental por él parodiado, nunca se interpretó con actores orientales, sino por ingleses tan asiáticos como yo soy ario. Algo así como un chiste local entre guionista y lectores de suspense.
Peter Falk está también excelente en su parodia de Sam Spade, o más bien, de Humprey Bogart, sobre todo porque la incursión del personaje, perteneciente al género negro, ya de entrada marca un rompimiento con el estilo del resto del grupo, más orientado a la novela cerebral detectivesca, escenario que Falk aprovecha para dar una de las actuaciones más divertidas de su carrera.
La manera como se va conduciendo la historia, con base en continuas vueltas de tuerca, repercute de manera positiva en la comicidad de la misma, pues al volverse más compleja la situación también se va hacia el terreno del absurdo, del cual los actores saben sacar provecho y los diálogos geniales, sello de Simon, se reproducen al por mayor.
Crimen por muerte fue dirigida por Robert Moore, más conocido como director en Broadway que en Hollywood, donde salvo esta, no realizó otra película memorable. Quien sabe, quizá con el talento de guionista e intérpretes era suficiente para realizar una genialidad como esta, sin embargo, es para estarle agradecido por presentarnos una comedia inteligente, que tanta falta hace ver en estos años.
Recientemente dieron esta película por Canal Retro, y la reseña viene a cuento porque al parecer la van a programar de nuevo en este enero, para que estén al pendiente. También se puede conseguir en los sitios de Amazon y Preciomanía, o bien pueden descargarla del eMule, donde según se ve, hay una versión en español.
Y hablando de Retro, este mes van a pasar varias películas buenas, como Nuestro hombre en La Habana; Nido de ratas; Hair; Las aventuras del Barón de Münchaussen; El almuerzo desnudo; toda la saga (la clásica, no la vomitiva de hace unos años) de La Momia y tres versiones de La caída de la casa de Usher, incluidas el cortometraje de 1928, la versión de Jean Epstein del mismo año y la joyita de Roger Corman protagonizada por el maestrazo Vincent Price.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace varios años se vendió una edición DVD en región 4 de CRIMEN POR MUERTE por COLUMBIA