Sólo por no dejar, debo señalar, como cada año, que esta lista se compone de lo que pude ver en la lejana y aislada tierra de San Luis Potosí, donde el cine mexicano es algo exótico. Y como siempre, ordenadas alfabéticamente, sin jerarquías.
Ana y Bruno
Una joya por donde quiera que se le vea; bueno, menos por la
animación, que tiene sus fallas. Tras muchos años de espera, Carlos Carrera nos
entrega una de las mejores cintas animadas de los últimos años, a la altura de otras
obras internacionales de su especie, aunque con menor reconocimiento. El discurso
sobre la locura y la muerte es algo sin precedentes para una película
supuestamente infantil.
Distancias cortas
Ópera prima, que parece obra consumada, de Alejandro Guzmán
para el hoy recortado y desconocido Centro de Capacitación Cinematográfica
(CCC). Realizada en 2015, apenas llegó a SLP por Rodando Film Festival y recién
adquirió distribución para ser exhibida. La anécdota mínima de una persona con
obesidad mórbida que revela un rollo de fotografía da para un película mexicana
memorable, alentadora, bellísima, que mereciera una difusión mucho más extensa.
Todo mundo debería poder disfrutarla.
La libertad del diablo
Tan dolorosa como necesaria. Everardo González en su máxima expresión como documentalista y
entrevistador, nos da el relato más crudo sobre la inútil guerra contra el
narco desatada por el infame felipe calderón a través de la lacerante voz de
víctimas y victimarios. Estrujante, difícil, hipnotizante, cruel,
imprescindible, denle los calificativos que quieran.
La región salvaje
La película “más fácil de ver” de Amat Escalante es a la vez
su pieza más completa, el subtexto de una historia sobrenatural es tan poderoso
que incita a una reflexión profunda. O no, también se deja ver perfectamente
bien sin pensarla.
Plaza de la soledad
El trabajo de Maya Goded con mujeres en situaciones
complicadas de vida debe ser histórico en el país. Después de años de registro
fotográfico se lanza a hacer un documental para dar voz a un grupo de mujeres
que representan la vida de miles y lo hace con una naturalidad sorprendente y
afable. Para pensar y comprender.
Roma
Se ha dicho tanto, que diré poco: sus valores estéticos y
formales son incuestionables.
Eso sí; denle a Cuarón todos los premios a mejor vendedor de
su película.
Sueño en otro idioma
Con todo y la controversia, es un filme mucho más que
agradecible, con todo y sus fallas naif pretenciosas. Contreras es habilidoso
para crear momentos memorables, aunque le falta hacer una película que sea así
por completo.